-Mario y sus advertencias
-Las galletas
-El bautismo de Mario
-Las fotografías
-Mario y sus proyectos
-Los poemas que espantan
-Rafaella
-Glooning
-Varias formas
-Mario y sus nostalgias gastronómicas
-El sacerdote
-No sé a qué se refiere, señora
-El diario de Mario
-Los amigos de Mario
-Lo perfecto que somos
-Mario y sus rabias
-El muerto
-La antítesis de Mario
-El amigo imaginario de Mario
-Del otro lado
-Mario y sus pesadillas
Ojos de tabaco
MARIO Y SUS PROYECTOS
Subiendo las escaleras me acordé de un texto de Cortázar. Intenté levitar por los escalones. Me partí toda la boca y perdí un par de dientes.
Creo que por un momento levité, conseguí el sueño de volar, aunque sólo fuera por un instante y a cambio de pedacitos de mí.
Los escalones son pequeños pueblos. Yo, un gran Gulliver que voy escalando por sus pechos.
Los escalones son escalones, los paralelos y los perpendiculares, los verticales y los horizontales, los que suben y los que bajan. Los escalones y los escalenos, ángulo recto o anguila seca.
¿Cuántos escalones harán falta para desaparecer? Ante la vista o ante la carne. Por la distancia o por el vértigo.
¿Y si fuéramos escalones?
Me he propuesto inútilmente (como la mayoría de las cosas que me propongo) construir un conjunto nuevo de escalones, clones de escalones que suben y que bajan. Uno sube y el próximo baja, el que le sigue sube y el otro baja. Todos con el mismo ángulo recto o la anguila quebrada. Todos con la misma altura, todos con el mismo puente invisible. Escalones largos y decididos.
Todo el mundo estaría lleno de escalones. Todas las calles, todos los caminos, todas las aceras, todas las habitaciones, todas las oficinas, todos los parques, todos los monumentos, todos lo museos, todas las tiendas, todos los árboles, todas las carpinterías, todas las montañas, todas las sillas y las mesas, todos los automóviles, todos los edificios, todos los libros van a ser escalonados, escalones y escalones con más escalones. Barcos de escalones, trenes, pistas de patinaje, playas escalonadas. Todas las personas serán escalones, un escalón y otro escalón. Todos perfecto, lisos, brillosos, satinados. Todos los supermercados llenos de escalones. Todas las pelotas tendrán escalones. Todos los planetas forrados de escalones, con el mismo orden, uno que sube y otro que baja uno que sube y otro que baja uno que sube y otro que baja uno que sube y otro que baja. Todo del mismo color, del mismo tamaño. Todos de vidrio o papel.
Nunca dos que suben estarían juntos y mucho menos dos que bajan. El mundo será una piscina de escalones clonados. De clones escalonados. Todos nos pasaríamos las vida en escalones, pero nunca en escaleras.
© Ediciones del Cielonaranja ::
webmaster@cielonaranja.com