Lo que no quiso decir el lírico quisqueyano (sobre José J. Pérez)
Salomé Ureña de Henríquez
Libro de Américo Lugo
Temas políticos (sobre el libro de Alejandro Angulo Guridi)
El
día de América
El propósito
de la Normal
Moral
social (FORMATO PDF, LIBRO COMPLETO)
EUGENIO MARIA DE HOSTOS: OTRA MIRADA
Chiqui Vicioso
A
comienzos del año 2001, la académica puertorriqueña Vivian Quiles-Calderin
publicó un libro llamado República Dominicana y Puerto Rico: Hermandad
enla lucha emancipadora; una compilación de la correspondencia (en gran
parte inédita) entre Eugenio María de Hostos (1839-1903) y Francisco
Henríquez y Carvajal (1849-1951), Gregorio Luperón (1839-1897) y Fidelio
Despradel (1865-1925).
Lo emocionante de estas 153
cartas, que esta acuciosa compiladora reunió en múltiples investigaciones,
tanto en nuestro país, como en el Museo de Historia, Antropología y
Arte de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, es que
las cartas que recuperó no aparecen en la edición de 1939 de las Obras
Completas de Hostos; ni en el libro Hostos en Santo Domingo, de Emilio
Rodríguez Demorizi; ni en el tomo del mismo autor llamado: Luperón y
Hostos.
Son cartas que Federico Henríquez,
Gregorio Luperón y Fidelio Despradel remitieron a Hostos durante los
últimos cinco lustros del siglo diecinueve, desde que en 1875 Hostos
conociera a Federico Henríquez y Carvajal en Puerto Plata y escribiera:
“ignoraba que allí, (en República Dominicana) yo habría de conquistar
algunos de los mejores amigos de mi vida”.
La correspondencia entre
Federico Henríquez y Hostos, comenzó a mediados del año 1881 y se prolongó
hasta 1902, constituyéndose en el intercambio epistolar más extendido
que Hostos sostuviera durante toda su vida. A finales de 1889, con la
partida de Hostos hacia Chile, esta correspondencia se intensificó,
reflejando el sentir del patriota puertorriqueño en múltiples vertientes,
que se han organizado por temas en esta ponencia, con el fin de asomarnos
con profundidad no ya al pensamiento Hostosiano, expresado en sus obras
más señeras, entre ellas: Lecciones de Derecho Constitucional (1887)
y Moral Social (1888), sino a los sentimientos más íntimos del padre
puertorriqueño de la educación dominicana.
I.-SOBRE EL ESTIMULO A LA LABOR PROFESORAL
El Estado de Chile, contribuye
con más del quinto del presupuesto general, a la tarea de educar e instruir
al pueblo. Ganoso de hacerla cada día más eficaz, emplea ahora mismo
cuantos medios adecuados se le presentan para reformar (la educación).
Entre ellos, uno de los más
efectivos para sacerdotar el magisterio y el profesorado, haciendo de
esos medios de vivir un fin de vida individual. A ese propósito se prepara
una ley de aumentos de sueldos. Según ella, cada hora de enseñanza secundaria
en los Liceos del Estado, equivaldrá para el profesor, a $900 anuales,
y como el minimum de trabajo impuesto por la misma ley a un profesor,
es de tres horas, cada uno de ellos, cuando menos, tendrá $2,700 al
año. Tendrá más, si pues le es lícito dar hasta cuatro diarias, o veinticuatro
semanales, y entonces elevaría a $3,600 su sueldo. El resto de su tiempo
es suyo. Si quiere consagrarlo por completo al Liceo, tendrá preferencia
sobre cualquier otro para el ejercicio de la inspectoría, función que
en este instante no tengo tiempo para ver en el proyecto de ley como
se remunera; pero me pareció bien remunerada, cuando lo leí.
Esa acumulación de funciones,
que tiene por objeto favorecer la acumulación de sueldos, está concebida
también con el objeto de decidir al profesor A QUE SE CONSAGRE POR COMPLETO
A LA TAREA EDUCACIONAL QUE HOY PARA MAL DE LA ENSEÑANZA PÚBLICA, COMBINA
CON OTROS DE MÁS ALICIENTES POR LA RECOMPENSA. (20 DE SEPTIEMBRE DE
1889).
II.-SOBRE LOS CONGRESOS
EDUCATIVOS Y FIESTAS PATRIAS
Como acontece en todos los
países centralistas...lo primero y lo mejor es siempre para la capital.
Así, las fiestas patrias de este año serán para siempre memorables,
en lo que a Santiago se refiere, porque allí se celebrará...el primer
Congreso Pedagógico chileno. La asamblea de profesores, preceptores
y preceptoras, visitadores de escuelas y funcionarios de la enseñanza
pública funcionará en la soberbia sala de honor de la Escuela Superior
de Santiago...En él tomarán parte unas doscientas personas de ambos
sexos. Y verá usted como procede en Chile es Estado docente: para llevar
a cabo su idea de proceder a la reforma de la enseñanza, previa discusión
y consejo general de todos los peritos en materias pedagógicas, paga
el viaje de todos los convocados que no residan en Santiago y les da
una dieta de tres pesos diarios, mientras duren las tareas del Congreso.
Habrá...temas propuestos
a premio, y los simplemente sujetos a disertación y discusión. Las memorias
presentadas son ochenta y ...todas demostrarán, junto con aptitudes
intelectuales muy laudables, una devoción sincera a la enseñanza pública.
III.-UN SIGLO DE HOMBRECITOS
Viendo reducidos a hombres
comunes, a los hombres comunes de este siglo de hombrecitos,los que
tuve por los únicos hombres de América Latina: al recordar que he salido
de ahí, en donde también hubo una hora en que llegué a creer que íbamos
a salvar para el derecho y la civilización al país, y que salí sin fe
ni esperanza y dolorido y abrumado, se me sube la hiel a la cabeza y
tengo ganas de maldecir la hora en que consagré tantas nobles esperanzas,
y tantas generosas facultades, al presente y al porvenir de pueblos
tan mezquinos, de hombres tan egoístas y de sociedades tan incivilizables.
(3 de enero de 1891).
Por vida de Dios...!!!! En
cuanto se enriquecen un poco, se corrompen mucho. Eso es todo. Ni unos
ni otros han pensado un momento en otra cosa que en el poder, por el
hambre de poder y nada más. Y los unos por conseguirlo y los otros por
retenerlo, han dado tal cuenta de la libertad, que hoy no la tienen
más que para escupir improperios por medio de la prensa. (3 de enero
de 1891).
IV.-AÑORANZA DE SANTO
DOMINGO
Desde que salí de ahí, se
puede decir que no tenemos hogar; pues aunque es cierto que el hogar
es principalmente la familia, también es cierto que entra por mucho
en él, la casa propia, el suelo propio, el clima propio, los propios
usos, las costumbres propias. Y todo eso voló.
Qué mala hora tendrían los
chupa-erarios y pisapueblos, si en una sola hora de conciencia completa,
vieran desfilar ante su vista los dolores que han causado!
No obstante lo mucho que
yo amo a Chile y el deseo de traer aquí a la familia y la fuerza que
me hacían los llamamientos de mis amigos, es bien seguro que yo no hubiera
dejado por palacios mi casita de San Carlos. Era mi hogar completo,
porque hasta el cielo ye l suelo eran propios, pese a los imbéciles
que andan disputándole patria al que por fuerza de conciencia se ha
incorporado todas las de América. Era un hogar completo, y no este hogar,
o prestado o alquilado, en que mis hijos no respiran el aire de sus
tierras y sus aguas, y en donde yo no puedo ya bañarme en el baño de
brisa de aquellas nuestras mañanas y aquellas nuestras noches que parecen
la repetición, mañana y tarde, de las mañanas y las noches de la infancia
del mundo. Tan puras, tan deleitosas, tan felices son!
En aquel mi hogar, mi propio
hogar, mi hogar completo, en donde los cimientos tenían aire de mi sudor
y parte de las lágrimas y de la sangre con que ha sido destino mío amasar
el pan de los míos, en aquel mi hogar, yo también como usted, celebraba
los días de mis hijos, de mi buena compañera y hasta los míos. Hoy,
ya no... Yo soy extranjero (yo soy extranjero en todas partes, porque
en nuestros países de América es extranjero el sentido común). (enero
22 de 1891).
V.-SALOME
Malos días, querido amigo,
estos que llevan ya tantos años sin pasar; pero entre todos, estos días
oscuros y siniestros en que, postrada en el lecho del peligro la hija
amada: llega en puntillas hasta mí la santa madre, y ahogando la voz
con el aliento, apenas se deja oír, cuando me dice: “Mira qué horror!
Cuando no puede saberlo, ella que la amaba tanto; mira que noticia:
Salomé ha muerto”.
Me pareció un horror; me
pareció que el golpe que me daban lo recibía yo en el corazón d emi
hija enferma, y por ella, por mí, me puse a sentir hondamente una de
las pocas muertes que pueden sentirse en este mundo.
Toda otra vida, cuando no
es un dolor es un fastidio; pero aquella vida de mujer buena, inteligente,
culta, apasionada de la patria, enamorada de lo bueno, de lo bello,
de lo verdadero y de lo justo, que pudo sentir tanto, pensar tanto,
hacer tanto, y que no encontró en su camino más obstáculos que los que
sirven para hacer más amable y más amado un gran propósito, es una vida
interrumpida, no acabada, que deja el vació de lo suspenso, lo inconcluso,
lo inopinadamente terminado, que no debió terminar ni suspenderse, ni
interrumpirse.
Hay que llorarla! Son muchos
los que estaban interesados en su vida: la patria, que no tuvo corazón
más devoto; su discipulado que no tuvo mejor luz; la mujer quisqueyana,
que no ha tenido reformadora más concienzuda de la educación de la mujer;
su familia, que no tenía mejor ambiente que el de aquellas virtudes
morales y sociales tan sencillas; sus coetáneos, que no pudieron tener
centro mejor en donde confluyeran tantas admiraciones motivadas, como
en aquel cuerpo débil y alma fuerte, que era a la vez una sacerdotisa
en el aula, una pitonisa en el arte, un mentor en el hogar.
Ahora que ella se fue, ayudar
a las que quedan, para que puedan continuar la obra inacabable que ella
empezó con tan noble esfuerzo, con tan digno auxiliar como el digno
compañero de su vida, y con tan pasmosa eficacia, según muestra la nueva
generación femenina de Santo Domingo, ayudar a las que quedan con la
gloriosa herencia de su obra, será tributar el debido tributo de respeto
a la inmortal dominicana.
...La sociedad entera quisqueyana,
pero muy más la de la ciudad capital, está obligada a probar que el
solemne acompañamiento a la sepultura no fue un acto de teatro, sino
un acto de vida nacional: pues si con él mostró la nación todo el conocimiento
de su pérdida, que con actos ulteriores muestre todo el reconocimiento
de sus méritos.
El primer homenaje para la
educadora: una suscripción nacional para el Instituto Salomé Ureña:
el segundo homenaje, la publicación de todas sus poesías; el tercer
homenaje, una patria como la soñaba ella. (31 de mayo de 1897).
VI.-SOBRE LA FEDERACIÓN DE LAS ANTILLAS
Los hechos consumados, favorables
para el egoismo estúpido y malévolo, eran radicalmente contrarios al
desarrollo, en las Antillas, del sistema americano de gobierno; al desarrollo
sano y normal del principio federativo, y al porvenir típico de la civilización,
característica ya, y que en lo sucesivo podría ser más característica
aún, de los pueblos todos que en el continente siguieran el ejemplo
del pueblo de la Unión.
Digo que la anexión bélica
de Puerto Rico es contraria al desenvolvimiento sano y normal del principio
federativo. La constitución política de Estados Unidos, que es obra
de verdadera sabiduría, para la cual no hay organización que no tenga
por objeto el bien, constituye una federación de sociedades libres,
que expresamente se reservan todos sus poderes naturales, y que si aceptan
común unión, y, en pro de ella, la entrega de algunas de sus potestades
ala potestad general de la Federación, lo hacen en virtud de voluntad
expresa. De aquí la expresa voluntada de federarse como principio fundamental
del sistema...
Puerto Rico ha sido anexada
por la fuerza. Ya está rota la tradición jurídica; ya está violado el
principio federativo...Ignorantes serán del mal que inmediatamente se
les hace, los norteamericanos que no batallen por el principio a que
su patria debe el ser....Mil ardientes deseos de que Quisqueya se salve.
(21 de noviembre de 1898).
VII.-SOBRE LA JUVENTUD
Impotentes todos para oponer
la sociedad al hombre, ha tenido que aparecer la juventud, hecha cerebro,
corazón, conciencia de la patria, y ha hecho una de las cosas más asombrosas
que la historia ha visto: la personificación ahora efectiva de toda
la sociedad por unos cuantos mozos de doctrina y por una legión casi
infantil, positivamente digna de admiración por el fervor, el entusiasmo,
el abandono juvenil, la confianza en el derecho, la esperanza en el
bien con que ha echado sobre sí la responsabilidad de una revolución
y el gravamen de una reorganización.
Miren que con jóvenes como
esos que asumieron en Moca el derecho de las armas y tomaron en la capital
las armas del derecho, y con hombres como los que van del destierro
a ayudar a la renovación...Miren que es obra de reconstrucción la que
están obligados, y que no pueden darse mejores elementos para ella que
los ofrecidos por la juventud y los que por necesidad, por reflexión,
está dispuesta a ofrecer la porción restante de la dolorida generación
que a tanto mal pasado ha sido sometida. (septiembre 19 de 1899).
VIII.-LA REFORMA DE LA POLÍTICA POR LA REFORMA DE
LA VIDA
...Si llego a Quisqueya
con el propósito que antes traté de realizar, no haré más que cambiar
de medio, pues haré allí, para bien de todas las Antillas (interesadas
en el de Quisqueya y en el ejemplo que entonces podrían recibir de ella),
lo que el Archipiélago entero necesita para llegar a ser lo que en la
economía del mundo ha de ser.
Yo quisiera que todos ustedes...empezaran
desde luego a coadyuvar a mi propósito, haciendo ver cuánto y por qué
conviene empezar la reforma de la política por la reforma de la vida.
Si reformamos esta con hábitos
de trabajo sistemático, con una inmigración de gente honrada, con colonias
agrícolas e industriales, con fundación de municipios rurales, con el
establecimiento de la cooperación para la producción y el consumo, con
la aplicación de la enseñanza reformada a la población de campos y ciudades,
con la práctica de la descentralización en el gobierno de provincias
y distritos y municipios, con la eslabonación de centros de producción
y de cambio por medio de vías baratas y sencillas, como las de tracción
eléctrica, con disminución de tarifas para aumento de tráfico, con sucesivas
reducciones de los impuestos al único que tiene la triple capacidad
de ser económico, efectivo y educativo, no en balde habrá sufrido Quisqueya
lo muchísimo que ha sufrido, porque su vida reformada la indemnizará
en lo futuro de los dolores anteriores de su vida enferma.
IX.-EL PAPEL DE LOS DISCÍPULOS
Una de las congojas que más
me atormenta es el olvido en que temo hayan muchos discípulos echado
a las doctrinas, que es mucho más echar de sí al maestro.
No los veo hacer nada. Ni
unidos en la doctrina ni separados para diseminarla por la República,
todos o casi todos se han replegado en sí mismos, buscando en sus bienes
el beneficio para vivir, los otros en busca de mejores lugares.
Y tanto como los quiero,
cuando cuento con ellos para la rehabilitación de la pobre Quisqueya.
Pero son malos tiempos. No lo ve usted ¿aquí mismo? Pasiones y torpezas...
(18 de febrero de 1891).
X.-EL PORVENIR
...Pero no hay que desesperarse
del porvenir. Nuestra bella tierra es uno de los más ricos pedazos del
planeta que puede conocer el trabajo humano, y en cuanto él la descubra,
que hasta ahora no ha hecho más que columbrarla, él la conquistará y
la hará próspera, tranquila y habitable.
Entonces la habitaré yo,
y entonces, en los viajes frecuentes que haré de mar a mar y de cordillera
a cordillera, conversaremos mano a mano con ...quien devolverá usted
los recuerdos que de mí hacía, aunque sin conocer el hombre triste a
quien recordaba usted con él, y departiremos y soñaremos despiertos
con cuantos tengan esa mala costumbre de hombres buenos. (mayo 15, de
1894).
Fecunda tierra de abuelos
e hijos míos...! Ah! Si como es de feraz, fuera de afortunada. Sabrán
ustedes cuánto y cómo amamos a esa tierra por la cual no hay día que
no suspire.
Confieso que suspiro por
ese y por mis compañeros de trabajo y de reforma ahí.
Las Antillas son las tierras
más amables y las sociedades más benévolas que tiene el mundo de Colón.
El clima, el aire, el cielo transparente, el mar diáfano, la imaginación
vivaz, la genialidad humana, la dulzura de sentimientos, la que llamaré
virginidad del corazón, altas condiciones de vida física y moral que
están llamadas a dar una civilización muy superior a la de esos pueblo
imitativos de casi toda Sud América, son dotes naturales que no pueden
echarse de menos sin tristeza. Y estar tan lejos! (5 de septiembre de
1897).
Pedro
Henríquez Ureña: Sociología de Hostos
Chiqui Vicioso: Eugenio
María de Hostos: Otra mirada
Chiqui Vicioso:
Hostos, el periodista
Diómedez Núñez
Polanco: Hostos y Bosch en la dominicanidad
Basilio Belliard: Bosch y
Hostos