"En Estética, Henríquez Ureña practicó una crítica atenta a los valores expresivos más distinguidos en cada artista, en cada período, en cada tendencia, en cada cultura. Cultivaba todas las artes, celebrando en sus respectivos medios –palabra, sonido, color, movimiento, sonido, material sólido- la misma voluntad de belleza. Su actitud era antológica; y, en efecto, programó, publicó y propagó varias antologías de versos y de prosas. Sus principios partían de ese punto de convergencia…: “realismo crítico” e “idealismo crítico”. Es decir, que “la lengua no es obra sino actividad”; que géneros y escuelas no son instituciones normativas sino conceptos históricos…"
Enrique Anderson Imbert, La filosofía de Pedro Henríquez Ureña, 1984.