Antonio Lockward nació en Santo Domingo el 25 de marzo de 1943. Ha publicado en las revistas ¡AHORA!, Testimonio, y Brigadas Dominicanas, en las páginas literarias de los principales diarios del país. El género artístico que más respeta es la poesía. Tiene obras inéditas escritas en verso y prosa. Regularmente, enfoca el choque de las nuevas generaciones con problemas que tratan de eternizarse por todos los medios.
Acerca de la literatura dominicana, Antonio Lockward dice que nuestros escritores rehuyen, sin notarlo, las realidades del país. Esta circunstancia se debe a la educación tradicional “que nos lleva a las letras y el arte europeos en detrimento de lo autóctono."
Lo mismo ocurre a su grupo literario, afirma el cual se esfuerza, sin embargo, por presentar los problemas de nuestro medio para conseguir la transformación de ésta sociedad.
Contrario a lo que se cree, dice, su grupo (no quiso señalar quienes lo integran) es anti existencialista, pero no pueden negar que con cierta frecuencia el enfoque literario-filosófico de los grandes pensadores del existencialismo aparece en sus trabajos.
Acerca de la expresión simple en nuestra literatura expresa: “Si a veces brilla por su ausencia se debe a que aún no hemos adquirido la cultura imprescindible para darnos el lujo de ser sencillos.”
Antonio Lockward refuta la apreciación del también cuentista Ciro Coll de que contempla, con orgullo, la aparición, casi súbita, de nuevos valores como Miguel Alfonseca, Roberto Marte, Antonio Lockward, Juan José Ayuso, Pedro Caro y otros. (Revista ¡Ahora! Septiembre 5 de 1964, columna Ámbito de la Cultura.)
Con excepción de Pedro Caro y de Roberto Marte, afirma el entrevistado, los demás hace cinco años que están publicando. No está de acuerdo tampoco con la afirmación de Ciro Coll —publicada también en la entrevista del 5 de septiembre- de que existe una “rivalidad venenosa” entre la generación del 48 y los nuevos. “Lo que sucede, señala Antonio Lockward, es que todos los grupos literarios están disgregados y no se producen, con frecuencia, los debidos encuentros."
He aquí una muestra de la prosa del nuevo valor; “Los que encontraron agua detrás de las colinas se quedaron de pie, aturdidos, y ella se abraza a sus pantalones como si los hubiera estado esperando mucho tiempo, doméstica, femenina. Eran ellos, los hombres. Salieron a buscarla a través de aquel país inmenso y desconocido. Apenas hablaron durante todos aquellos días de viaje a través del sol. (La señal.)
Ahora! 75, 26 de septiembre de 1964, p. 18.