FRANKLIN MIESES BURGOS 

(Santo Domingo, 4 de diciembre 1907 - 11 de diciembre 1976)


MUERTE VIVIENTE

Todo pensamiento es una soledad y un aislamiento. Toda soledad, una renunciación y una agonía.
(Escribo por hallar una voz que me defina; que me diga quien soy y alce mi nombre, mi rótulo mortal, con exactitud y propiedad interior de contenido).
Pero en él sitio real en donde despierto me procuro; en este sitio, el sueño —inmensa flor ideal que se deshoja— cae lento y pesado lo mismo que una sombra.
¿Misterio? ¿Existencialismo? No: ojo íntimo; ojo sepulto que de súbito enceguece sin ver ni adivinar.
Y es que para ser, o bien, para existir, no basta sólo pensar. Hay urgente necesidad de otro menester. No tan riguroso, ni precisamente tan solitario en su agonía.
(Escribo por hallar una voz; no un pensamiento).
En la voz —mi voz— oscuramente, siempre me descubro como algo más que una soledad. O que una muerte viviente.

|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

Paisaje con un merengue al fondo
Elegía por la muerte de Tomás Sandoval
Esta canción estaba tirada por el suelo
Muerte viviente

Rústica, 5 x 5, 176páginas..

ISBN-10: 9945085417
ISBN-13: 978-9945085419