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Un esbozo de la emigración dominicana: Nueba Yol

Rita Tejada

 

Entre 1965 y 1980, la República Dominicana se convirtió en la nación que más emigrantes envió a Nueva York (Bogen, 34).Esta ciudad es la meta a alcanzar para muchos dominicanos que emigran en busca de empleos y de logros económicos. Motivados por lo que Patricia Pessar denomina “binational lives” (131), luego de alcanzar sus propósitos, muchos dominicanos viajan constantemente entre los dos países, donde mantienen lazos familiares y realizan inversiones.

La película Nueba Yol (1995) es la representación visual del costo para lograr ese sueño.Nueba Yol fue éxito de taquilla cuando se presentó en los cines dominicanos.Tanto en la República Dominicana como en los Estados Unidos, esta película se ha convertido en material de referencia, por ser uno de los pocos largometrajes dominicanos con cierta calidad y por tratar un tema tan vigente como lo es la emigración.A continuación ofrecemos un análisis sobre la caracterización del personaje principal de esta película y la representación de la comunidad dominicana y su vida en Nueva York.

El título de la película reproduce la pronunciación del nombre de la ciudad que hacen los dominicanos del sur de la isla (así, la letra r en terminación de palabra se transforma en la letra l: estudial, señol, Nueba Yol). Orodoto Balbuena, el protagonista de esta película, representa al hombre de un barrio de Santo Domingo, la capital dominicana.Los contrastes de luces son utilizados para establecer una división entre la vida privada y la vida pública del personaje.Por ejemplo, la pantalla se vuelve monocroma cuando la historia empieza con Balbuena y su esposa en la playa, actividad que culmina en tragedia. La escena siguiente, llena de policromía, muestra a Balbuena en el cementerio ante la tumba de su esposa.La antítesis vida/muerte de la escena contrasta con el monólogo del personaje, pues éste habla de lo mal que está la situación económica:¡Este país está que el que se quiere comer un huevo tiene que ponerlo¡”, dice en voz alta.Estas palabras jocosas son un eco del argumento usado por muchos dominicanos que emigran (Pessar, 131), y que asocian el lar nativo con un lugar donde aún los vivos están aniquilados. Viajar a otra nación, especialmente a los Estados Unidos, se plantea como única respuesta posible para revertir esta situación.A este respecto, la visita de Balbuena al cementerio no puede ser más oportunaporque allí se encuentra con su amigo Fellito.

Personaje muy importante en la trama cinematográfica, en su primera aparición Fellito viste un traje negro muy formal.Su presencia en el cementerio se debe a que él “ha arreglado” el entierro que tiene lugar en las cercanías.El muerto es un joven del barrio, asesinado en Nueva York por problemas de narcotráfico.Balbuena y Fellito entablan el siguiente diálogo sobre las circunstancias de esta muerte:

[dice Fellito]-Tú sabes como son las cosas, Balbuena . Llegan a

Nueva York y los amigos lo ponen en lo que no están.

[Balbuena]- ¡No puede ser! ¡Un muchacho de tan buena

familia!

[Fellito]-¡En cuanto llegan a Nueva York se va pa’l

carajo la familia.

[Balbuena]-Dios le da barba al que no tiene quijá’!

Yo tengo más de diez años luchando pa’ conseguir

una visa pa’ irme a trabajar seria, honradamente,

pero a mí no me la dan.

 

Este diálogo sella la suerte de Balbuena, quien hipoteca su casita y paga cinco mil dólares por una visa que Fellito tramita de manera fraudulenta.Fellito es el “ángel” que convence a Balbuena de que “llegar a Nueva York es como llegar a la gloria”, [pues] “allí los dólares se recogen como lechuga”.

En la República Dominicana, Balbuena se muestra en escenas donde departe con grupos de hombres y mujeres en su barrio, pero no se muestra trabajando.Se infiere que la carencia de empleo en su país y el deseo de producir y de tener un trabajo permanente lo impulsan a emigrar.El personaje se suma entonces a los más de cuatrocientos mil dominicanos que emigraron a los Estados Unidos entre 1988 y 1998, según afirman Castro y Boswell.Como lo expresara en el diálogo anterior, Balbuena desea trabajar honradamente.La posibilidad de obtener un trabajo en Nueva York y ganar dinero sobrepasan las expectativas del personaje pues, como indica Ramona Hernández en su libro sobre la migración dominicana, en la isla muchas personas no logran conseguir trabajo de ningún tipo (p. 74).

Balbuena tampoco se muestra con fuertes lazos familiares en la isla:su esposa ha muerto y no hay referencia a sus padres o hermanos.Sin embargo, él se muestra unido a su país por la idea de no perder su única posesión –su casa-, y los fuertes lazos de amistad con amigos y vecinos en el barrio.

La apariencia física y la forma de vestir del personaje responden al estereotipo del hombre de barrio que se hace respetar :camiseta sin mangas, ‘jeans’, tenis y una boina con una raqueta; estos dos últimos elementos –raqueta y boina- no desaparecen de su vestimenta aun en las situaciones más formales porque son un poderoso referente cultural para los dominicanos.También operan a manera de sinécdoque para recordar alespectador que se trata de una comedia y su actor principal, un comediante.En efecto, antes de ser personaje en la pantalla grande, Balbuenaapareció en la televisión como el dominicano que busca abandonar el país y nunca lo logra.La película quiere y logra mantener una imagen positiva del emigrante al encarnar en Balbuena a un hombre bonachón, ingenuo, con sentido del humor y, por encima de todo, muy honrado y trabajador.Esta imagen positiva se acentúa aún más con las peripecias del personaje para quien su viaje a Nueva York se convierte en una odisea moderna.La Gran Manzana es el principio y el final, es el paraíso y el infierno donde los sueños de Balbuena se realizan y se derrumban.

La película muestra uno de los elementos primordiales a todo dominicano emigrante: la cadena.Como indica Patricia Pessar en su artículo “Dominicans: Forging an Ethnic Community in New York,” las cadenas, constituidas por familiares que se han establecido previamente, “son esenciales en el proceso de establecerse en esta ciudad.Ellas ayudan a los emigrantes dominicanos a obtener trabajo, les enseñan cómo vivir en la ciudad y cómo encontrar comunidades receptivas” (p.136) (traducción nuestra).

Balbuena empiezasus vicisitudes con el rechazo de que es objeto al llegar al apartamento de su primo Pedro.El confronta la realidad de convivir en un espacio reducido con una familia de 6 personas a las que apenas ha tratado:el primo Pedro y su esposa Matilde, y sus tres hijos.La amabilidad forzada del primo y su esposa contrasta con el abierto rechazo que muestran los hijos.

El conflicto familiar sirve para retratar la vida de los dominicanos en Nueva York y sus dilemas culturales.El primo de Balbuena ve la conducta de sus hijos como producto del ritmo de vida que les demanda su permanencia en la sociedad americana. También se revela el contraste entre las formas de educar a los hijos en la cultura norteamericana y la cultura dominicana y la frustración que esto genera en los padres:

[habla Pedro]-Tú no sabes lo que yo he trabajado para que esos muchachos

cojan costumbre. Pero imagínese, ellos se pasan la mayor parte fuera de la casa, en la escuela, en la calle y no hay forma de que Matilde y yo podamos estar más tiempo con ellos…nosotros mismos nos pasamos mucha parte del tiempo en

el trabajo, y cuando regresamos es para cenar, para irnos a dormir.

La norteamericanización en la segunda generación de esta familia es evidente:los hijos hablan “Spanglish” y han adoptado conceptos culturales como el del “espacio personal”, por lo que no ven con agrado “la invasión” que Balbuena les hace.La llegada de Balbuena provoca la explosión de todas las tensiones que se han acumulado en el espacio privado de esta familia.En la escena que ilustra esta situación, él lleva hamburguesas a los hijos de Pedro.En las hamburguesas -símbolo cultural-, se encarnan los deseos de aceptación y asimilación del personaje a su nuevo entorno.Sin embargo, los hijos de Pedro rechazan las hamburguesas para manifestar su repudio a Balbuena y con ello ponen en evidencia la ambivalencia que confrontan al tener que vivir entre dos culturas.Y es que, como expresa Luis Guarnizo en su artículo “Los Dominicanyorks: The Making of a Binational Society,” los dominicanos sólo establecen “una acomodación sociocultural, en lugar de asimilarse y una articulación económica, en lugar de adaptarse…” (p. 82) (traducción nuestra).

El interés de Balbuena por insertarse en el espacio público aparece en las escenas que lo muestran, junto a Fellito,en sus entradas y rápidas salidas de bodegas, centros de llamadas a larga distancia,peluquerías, restaurantes y negocios de la ciudad.El paraíso que Fellito le ha descrito se desmorona y la desazón se apodera de él:

[dice Balbuena]-Hemos visitado setenta sitios y en donde quiera es la misma vaina [cosa]: que usted no sabe hablar inglés;que usted no tiene “social security;”que usted no tiene papeles…

Balbuena desiste de la compañía de su “ángel” y busca trabajo por sí mismo.Lo vemos entonces enfrentado a otro símbolo de la ciudad que se propone conquistar:el tren.Balbuena entra a una estación de tren cuya oscuridad sólo se interrumpe con la llegada de la máquina.En las entrañas de la ciudad, Balbuena intenta llegar a su destino y acude a diversos modos de comunicación:lee los mapas, habla con otros pasajeros, trata de usar el teléfono, pero esto no le sirve de nada.Sus entradas y salidas del metro son una metáfora de la lucha del personaje con la ciudad.Su persistencia le recompensa al obtener trabajo en un restaurante.Balbuena empieza en el sótano del lugar – y la escena oscura recrea en el espectador la idea de un infierno; de allí pasa a la cocina, especie de purgatorio, donde aprende y prueba su valor como hombre responsable, dedicado y trabajador.Balbuena aparece “dominando” la ciudad cuando se convierte en “socio” del dueño del restaurante ya la conquista económica le sigue la conquista amorosa.Sin embargo,el romance del personaje, al cual se dedica buena parte de la trama cinematográfica, aparece como un elemento forzado y le resta verosimilitud a la historia.

La propuesta maniqueísta que permea el discurso cinematográfico de esta película presenta la cara desfigurada del Nueva York en el que vive la comunidad dominicana: vendedores de drogas pululan a la entrada de los edificios de apartamentos, se suceden redadas policiales inesperadas; se personifican al cadenú (jefe de banda de narcotraficantes) y a su víctima, -el joven drogadicto-, y la violencia de los “jolops” (término en “Spanglish” que significa asalto).Esta deshumanización de la ciudad se compensa con la solidaridad entre los hispanos, elemento que la película resalta.En los andares del personaje éste convive entre puertorriqueños, cubanos y mexicanos.En ese intercambio presenciamos la desconstrucción del mito sobre Nueva York como “ciudad llena de oportunidades”, ya que todos los personajes mantienen una lucha constante con el entorno en que viven.Entre estos personajes tenemos a Pedro.El primo de Balbuena es un hombre frustrado por la falta de realización personal y que se siente impotente porque la jerarquía patriarcal –rasgo común en la sociedad dominicana-, no funciona en la sociedad a la que ha emigrado.A este personaje no le queda sino gritar y alzar la voz para tratar de obtener el respeto de su familia y reafirmarse como ser humano según sus valores culturales.Otro personaje es Teresita, la cubana a cuyo apartamento va a vivir Balbuena.Ella es una mujer alcohólica a la que su familia ha repudiado porque se dedicó a la prostitución para, como ella afirma, “echar a sus hijos adelante”.También está Fellito el puertorriqueño amistoso que quiere ayudar a Balbuena, pero a quien el vicio de la droga le despoja de sus valores morales.Todos los personajes que rodean al protagonista representan una galería de seres cargados de conflictos.Aun así, la película no profundiza en las problemáticas presentadas ni se embarca en una tesis determinista. Esto explicaría la ausencia de tópicos intrínsecos al tema de la migración tales como la marginación y la discriminación que sufren los dominicanos por su color racial y su baja preparación académica.Estamos ante un proyecto cinematográfico sin grandes pretensiones de forma:aquí están ausentes las tomas con imágenes sofisticadas, los juegos de cámara o las grandes escenografías.La efectividad de esta cinta reside en la identificación emocional que los altibajos de los personajes generan en el espectador.

En palabras de Patricia Pessar, “la inmigración dominicana sorprende a los norteamericanos acostumbrados a la noción de que los inmigrantes vienen a establecerse en un territorio” (p. 131)…[el hecho es que] “muchos dominicanos tienen la intención de retornar a su país …[porque] en Nueva York “hay trabajo pero no hay vida” (p. 131) (traducción nuestra).Las conversaciones de Balbuena y su primo Pedro son el foro de reflexión sobre la idea del retorno que pauta la vida y las expectativas de los emigrantes dominicanos.Así, luego de cinco meses en Nueva York, Balbuena hace planes para marcharse.En la siguiente escena, hablan Balbuena y Pedro:

[Pedro]-¡Pero quién lo iba a decir: un hombre que hace cinco meses que vino!…dizque hablando de regreso pa’ Santo Domingo, de retirada.

[Balbuena]-Es que primo, Nueva York no es lo que la gente piensa.Aquí no se pue’ vivir.

[Pedro]-Yo mismo me estoy regresando to’ los años, pero

eso no sucede nunca. Porque es que uno siempre piensa en los hijos, en la educación. Además, regresarse pa’ ‘llásin cuartos [dinero], es como llegar derrotado. Eso es lo que yo siento.

 

Las palabras de Pedro aluden al choque entre la realidad y el deseo de progreso y retorno a la patria que evaden a muchos dominicanos.Y Balbuena, el protagonista, no escapa a esta realidad. Al final de la película, el “ángel” Fellito retorna convertido en drogadicto que trata de asaltar a Balbuena y despojarlo de lo que ha ganado trabajando duramente.Nueva York termina transformado en el infierno y el sueño americano de Balbuena queda reducido a la fantasía que creó la misma persona que se encarga de destruirla.

 

Bibliografía

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