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Instrucciones para usar la ciudad de Santo Domingo

Omar Rancier

 

 

Animado por la relectura de “Instrucciones para subir una Escalera” el cuento de Julio Cortázar que aparece en “Historia de Cronopios y de Famas” escribí estás instrucciones para usar la ciudad de Santo Domingo, un poco un ejercicio para exorcizar los demonios de la Ciudad del Ozama, reconociendo lo mágico maravilloso que habita entre sus calles y plazas que la hacen, por lo menos para mí, una ciudad memorable.

Santo Domingo es ese extenso y confuso conglomerado de personas, casas, calles, cables y espacios que atravesado por un río color marrón se desparrama como ciudad capital en la costa sur de la media isla que ocupa la República Dominicana.

Fundada en los albores del siglo XVI por un puñado de aventureros españoles ofuscados por creer haber llegado a una India diferente y obsesionados por encontrar oro y lo que encontraron fue un grupo de mujeres indígenas, muy ligeras de vestimentas que los soliviantaron, Santo Domingo, con el tiempo, ha devenido en una compleja maquinaria que se caracteriza por alojar toda una gama de estructuras, cada vez mas modernas, servidas por una red de infraestructuras cada vez más medievales.

Por tales razones entiendo pertinente elaborar un manual con instrucciones para su uso.

Trataré de delinear una primera y limitada versión de este manual de uso a partir de definir la situación del usuario dentro del espacio de Santo Domingo.

Si usted vive, frecuenta o visita la Ciudad Colonial , se encontrará con una zona de frenética actividad de día, y en específicas calles las noches de fin de semana, y , en su mayor extensión, de una calma chicha al caer la tarde, producto de la preferencia de alojar instituciones y comercio antes que familias y personas.

Si vive en los alrededores de la calle Hostos, tendrá que comprarse tapones para los oídos o hacerse adicto a algún calmante, para soportar los decibeles musicales, las voces de los gebitos y las bocinas de los automóviles

Se encontrará además con una gran cantidad de basuras, unos servicios limitados (cosa que sucede en toda la ciudad), una gran cantidad de iglesias, donde puede asistir para desahogarse de sus frustraciones y orar para que Dios le de valor para soportar otro día, un grupo de edificaciones llevadas a la fuerza al siglo XVI, las calles llenas de vehículos, muchos de ellos en parqueos públicos “privatizados”, en el día y desiertas en la noche, y con algunas de las mas deliciosas plazas de la ciudad, donde puede teorizar sobre política, artes o de por que el Escogido pierde tan a menudo.

Si vive, frecuenta o visita la zona del Gran Gazcue, conformada por los barrios de La Primavera , Ensanche Lugo, Aguedita y Gazcue, se encontrará con una serie de casonas en proceso de demolición o de cambio de usos, las casas de masajes, los colmadotes y las casas de huéspedes son los mas populares, con permiso y todo del ayuntamiento, encontrará todas las calles atestadas de vehículos de las personas que acuden a las oficinas pública situadas en la zona, mientras el edificio de estacionamientos del Banco Central se encuentra casi vacío, la calle Leopoldo Navarro, entre la Pedro Henríquez Ureña y la Caonabo , la encontrará reducida a la mitad o cerrada por decisión unilateral de los procónsules imperiales que al no querer comprarse un perro negro han regalado a la zona una de las verjas más feas iniciando lo que Cuquito Moré ha bautizado como la NACOsificación de Gazcue.

En estas dos localidades de la ciudad usted debe siempre usarlas con las siguientes precauciones:

Salir o visitarla siempre confesado, previa rutina de respiración profunda para calmar los nervios, en este último caso tener cuidado con los olores de la basura.

Usarla preferiblemente de día porque las noches están cada día más peligrosas.

Caminar sus calles con cuidado teniendo presente la cantidad de locos, mendigos y buhoneros que la transitan. En el caso de la calle El Conde duplicar las precauciones.

Si usted vive, frecuenta o visita las barriadas populares que abrazan la zona colonial y las que César Pérez en un arranque literario a bautizado como “pericentrales”, encontrará los mismos problemas que en la ciudad Colonial y en Gazcue agudizados por la presencia de las cuarterías o “parte atrás” y agravado por la contaminación auditiva que producen los colmadotes, las bocinas de los automóviles y los talleres de metalmecánica que han desplazado las viviendas a los centros de manzanas produciendo los patios insalubres.

En estos barrios no encontrará muy fácilmente un parquecito para criticar las erradas políticas del gobierno, por lo cual deberá hacer uso de las acera para este ejercicio democrático.

Así, que para usar estos barrios, además de salir confesado y en calma, deberá usar una buena protección auditiva.

Si usted vive, frecuenta o visita uno de eso barrios – urbanizaciones le llaman ahora – de clase media diseminados en toda la geografía de la ciudad, trate de tomar un curso avanzado de supervivencia para poder resistir los apagones más caros del mundo, los servicios más escasos del universo y las calles mas horadadas de la Vía Láctea , acérquese con cautela a los supermercados, aléjese totalmente de los llamados fast food y trate de convivir con el banilejo del colmado que le fía, todo esto para evitar un colapso en su cartera y un daño severo a su corazón.

Si usted es peatón trate de vestir ropa deportiva, que le permita dar saltos y correr fácilmente para evitar que lo arrolle una voladora, si es conductor trate de no usar las dos manos a la vez para enviarles señales insultantes al chofer que se le atravesó sin dar señales ante la mirada estólida de un agente de tránsito.

Si vive del “otro lado”, entiéndase Ozama, Los Mina, Alma Rosa et alters , recuerde que el Puente Duarte está a punto de colapsar y que el parque Mirador del Este está ocupado por unas instalaciones deportivas recién inauguradas y recién abandonadas, por lo que tendrá que hacer jogging o caminar por fuera de las instalaciones. Infórmese antes de salir de su casa para tomar la ruta alternativa paisajística, para llegar a su destino, sobre todo en las horas pico, o sea de 7 AM a 7PM, sin pasar por Go ni cobrar los 200.

Si vive en un barrio residencial, despreocúpese, pero recuerde que esto no es una sucursal de Miami y trate de comunicarse en español y, por último, si le tocó un barrio marginal, como La Ciénaga , Los Guandules y La Zurza , averigüe si está vivo y si lo está, por qué carajo se encuentra en el infierno.