BIZZARRITO
Freddy Prestol Castillo
A buena verdad, lector ilustre, que este titulito con que
encabeza el presente artículo, recuerda, por el sonido, los
PLUTARQUITOS del castizo García Gómez ido ya ha tiempo para duelo de
los que amamos la frase clásica y pulida.
Y ello es que me propongo esbozar las siluetas de ciertos bodoques que
por estos predios sufrimos; me propongo hablar de ciertos mozos lerdos
que ora padecen la creencia de que son narcisos terrenos,- o bien se
dan a entender muy a su sabor que son pares de Francia; en fin, tomados
de no sé qué pretensión, suponen que todo es vil enatieza a sus
gallardas figuras comparado.
Este de hoy es un mozuelo de ésos, enamoradizo además, que se cree que
al pasar frente a las niñas, que ya están muertas y rendidas a manera
del "lindo Don Diego" de Alarcón. Allí le veis parado a la esquina
harto posiciones tomando; dando más vueltas que aspas de molino tomadas
de viento fuerte, y haciendo arrurmacos tantos, a las mozas que más
parece bayo esquivo que gentil el tal hidalguete.
Con el bozo que apenas apunta; pulida la barba; adobado el traje a la
moderna; en el pelo perfumes y en la boca el indispensable cigarro que
zapa al amigo que pasa, allí se está a decir requiebros y lindezas a
las bellas que pasan a la incauta que por las rejas de la persiana le
sigue, atenta a todas sus señales y rodeos.
Esta figura grácil fue gentil chumaco nada haría si de suyo no fuera
pretencioso, con su es no es de arrogante.
Este "bizarrito" se cree todo; traslación es de aquel Plutarquito del
clásico nacional; sólo que si aquellos eran en punto a ciencia y arte,
éste no piensa tal ni por semejas; con el cerebro como el del
conejillo, donde jamás entró el sol del pensamiento.
Este sólo piensa en mozas; se atusa, el barbilampiño, a más no poder, y
de su léxico burdo, donde oficia de académico de basurero, sale toda
una suerte de raudal turbio a manchar a las niñas con palabrejas que a
las castas orejas ofenden... Otro sí: éste, campa, además, de valiente;
más hazañas cuenta finadas por su brazo que las que el bueno de
"Vicente la Roca"... del Ingenioso Hidalgo, aquel contenido
robador de la "Leandra" del cuento del pastor; y para más decir del
caballerete de marras, no hay quien como él tantos pulcelajes haya
destrozado ni herido tantos corazones y padres ofendido desta guisa..!
¡Valiente cutre el nuestro! Y es lo bueno, que con sus puntas de poeta
a lo Gracián, maestro es en el epigrama y así le veis cómo endilga
lanzada satírica al viejo de rompe y rasga que mal le quiere por sus
actos, como la chufeta acre a su contendiente en la "damesca” justa,
bien así como el requiebro inmoral, subido de tono, a la aya rolliza
que por su lado pasa…
Y así pasa las horas...“atendiendo" la garrida moza inocente que le
mira tras la reja, a la etiópica aya sobrada de carnes, y a los
transeúntes para quien es corsario de cigarros.
...Y, cuerpo de mí! cuantos bizarritos tenemos!
¡Es por lo visto una familia que cada día crece y sus reales sienta por
estos trigos!
Bahoruco 39 , 9 de mayo 1931, p. 8.