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ESPACIO CARIBE CIELONARANJA

MUCHO MÁS DE LO QUE  PODÍA SUPONERSE. Uso del creole en esta isla

EDWIN PARAISON

 

El idioma más hablado en la isla Quisqueya es el creole, seguido de cerca del español y en un lejano tercer lugar el francés. Por lo que Quisqueya, con los haitianos y dominicanos históricamente unidos por la solidaridad entre ambos pueblos, tiene la mayor concentración de creolófonos  del mundo.

Existen por lo menos dos hipótesis respecto al origen del creole haitiano. Una que asegura que el idioma nació en la costa atlántica de África en el siglo XV, para expandirse con el comercio negrero de esa época.

Pero la más aceptada es el surgimiento del creole en la isla  de Ayiti, Quisqueya o Bohío , originalmente habitada por los indios arawaks o tainos, quienes fueron reemplazados tras su exterminación por los esclavos traídos de Africa, en el siglo XVI. Mientras que hay historiadores aun aceptando esta teoría, señalan que nació específicamente en la Isla de la Tortuga, donde vivian los filibusteros y colonos con sus esclavos.

De todos modos, la mayoría de los investigadores haitianos asegura que el creole surgió por una doble necesidad de comunicación entre esclavos originarios de varias tribus con lenguas distintas, y de solidificación del proyecto revolucionario esclavista. Haiti se transformaría en el 1804 en la primera republica negra del mundo.

El creole haitiano como ha pasado con  las colonias franceses en general, tiene una base lexicual del francés, idioma de los colonos, usando mas del 85%  de  su vocabulario. Paralelamente el wolof, el fon y  el ewe son citados entre lenguas africanas que marcan su estructura, según uno de los más importantes investigadores del tema, la profesora Claire Lefebvre de la Universidad del Québec en Montreal.

EVOLUCION HISTORICA Y JURIDICA

La evolución histórico-jurídica del creole hasta la actualidad ha mostrado que sigue siendo el idioma del pueblo, la lengua materna de todos los haitianos. En tanto que  se mantiene en los aspectos de la gerencia administrativa pública y privada,  y lo  social, un predominio del francés, idioma considerado aun de mayor prestigio.

Aunque tampoco el francés en la primera constitución haitiana fuera declarado idioma oficial, sino de facto lo era por ser el idioma de redacción de esa pieza legal.  Paradójicamente bajo la influencia de los Estados Unidos, en la constitución de 1918, durante la ocupación, ese idioma europeo logra  la formalización de su estatus jurídico como idioma oficial.

Asimismo, algunos alegaban, con razón o sin ella, al considerar el caso de Japón cuyo único idioma oficial es el japonés, la necesidad de reducir el nivel de aislamiento de la joven nación haitiana, considerada como un peligro para el sistema laboral mundial de la época, el cual descansaba grandemente sobre la esclavitud, manteniendo el francés, como idioma de comunicación con el exterior.

La historia reporta que Jean Jacques Dessalines, uno de los padres de la patria, aunque no sabia escribir, pero sí hablaba el francés, dictaba a sus asistentes sus ideas mayormente en creole, para la conceptualizacion de documentos que se redactaban totalmente en el idioma europeo.

Ciertamente el impacto sico-social  del Código Negro de Napoleón, de rechazo total a la herencia africana, presentada como inferior, en términos de cultura, religión e idioma, facilitó la emergencia de posturas claramente neo-colonialistas, para la imposición de los valores de la identidad y cultura europeas.

Es tan solo en el año 1964, 160 años después de la Independencia, que en la constitución nacional se reconoce la existencia del creole en su articulo 35. El mismo, al reafirmar la precedencia del francés, permite que “en los casos de los ciudadanos que no lo hablan” se les pudiera atender en creole. El francés era el idioma obligatorio para los servicios públicos.

Por ejemplo, en los tribunales un campesino haitiano, debía buscar un abogado como traductor de los debates de un proceso legal, porque no entiende el francés, lo cual en el fondo lo hacia sentir inferior en su propio país.

Ya en el año 1987, tras la caída de la dictadura duvalierista, con la reforma constitucional, el artículo 5, consagra el creole y el francés como las dos lenguas oficiales:

1- “Todos los haitianos se encuentran unidos por una lengua común: el creole”

2- “El creole y el francés son los idiomas oficiales de la Republica”

Una simple revisión de los portales oficiales haitianos en la Web permite comprobar la ausencia del creole. Evidentemente las grandes mayorías haitianas no tienen acceso al Internet, por lo tanto las agencias gubernamentales, las misiones diplomáticas y consulares, están reforzando una tendencia oficial y social a la desigualdad lingüística, con un predominio del francés en los espacios escritos y cibernéticos.

USO POLITICO

Algunos consideran la caída de la dictadura duvalierista como la segunda independencia de Haití, tras cerca de 30 años de represión política.

En el año 1971, Francois (papa Doc) Duvalier que llegó a la presidencia en 1957, pasó el poder a su hijo Jean Claude (Baby Doc) de 19 años, en un contexto internacional que obligó al régimen a ser menos feroz.

Papa Doc, manipuló brillantemente las diferencias clasistas y raciales de la sociedad haitiana con el manto de la negritud nacionalista conveniente para sus intereses políticos. Usó el Vodu (Vaudou) con un fin místico de perpetuarse en el poder, pero no promovió la lengua vernácula.

No obstante, el creole como en los tiempos de la revolución haitiana, pudo emerger para unificar al pueblo en torno a un sólido movimiento de resistencia que comenzó tras unos intentos armados fallidos de derrocar al régimen, con los noticiarios radiales en el idioma que entendían las masas. Lo cual despertada la consciencia colectiva al estar al tanto de la actualidad mundial con las dictaduras que iban cayendo en varias partes del mundo en esos años.

Igualmente en las iglesias, algunos sacerdotes y pastores comenzaban a tener círculos de reflexión en creole sobre la realidad del país, incluyendo segmentos  de la liturgia dominical. Radio Soleil de la Iglesia católica y en un grado menor el semanario “Bon Nouvel” son iconos de esa movilización creo-parlante para la liberación popular, culminándose con la salida de Baby Doc en febrero del ano 1986.

Sin lugar a dudas Jean Bertrand Aristide es el líder político haitiano de los últimos tiempos que más dominio  escénico ha demostrado en sus inter-acciones con las masas populares usando el creole. Es el primer dirigente haitiano en dirigirse en creole en la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York en el año 1991.

EXPANSION DEL IDIOMA

Los CD, DVDs, películas, canciones, revistas, últimamente con la tecnología, los portales especializados en la Web, han proyectado hacia el mundo el creole haitiano. Ayer fueron Nemours Jean Baptiste, creador del “compás direct” ,  Tabou Combo, el más famoso grupo musical haitiano,  hoy es Wycleff Jean, un rapero americano-haitiano, recién nombrado embajador  itinerante de Haití, que propulsa el creole a través de la música.

Ya no se trata solo de los 8.4 millones de haitianos que ocupan los 10 departamentos geográficos de Haití que hablan ese idioma nacional, sino igualmente los más de 4 millones de miembros de la diáspora haitiana esparcida en el mundo, por un total de cerca de 12.5 millones de personas.

Cuando se suma, a los demás países de habla creole con sus diásporas, subrayando las diferencias en el acento, la entonación y a veces el vocabulario, pero con una base lexicual común francés, se puede asegurar que alrededor de 20 millones de personas en el mundo hablan el creole.

Además de Haití se habla en: San Vicente, Santa Lucia, Dominica Barbados, Martinica, Guadeloupe, La Reunión, Guyana, Lousiana (Estados Unidos), el archipiélago de Seychelles, La isla de Maurice.

En Canadá, la diáspora haitiana con el apoyo del consejo municipal de Montreal, celebra hace 6 años en octubre, el mes del creole. Una manera de dar a conocer la cultura haitiana.

Más que los dirigentes haitianos, miembros y líderes de la diáspora, entre ellos el escritor-editor haitiano americano Emmanuel Vedrine, y la casa editora Educa Visión en Miami,  han tomado el liderazgo de la promoción del creole en sus comunidades. Porque una vez más a través de la migración, se comprueba, independientemente de la lengua oficial del país de residencia del inmigrante haitiano, el único idioma que  puede unir perfectamente a los haitianos es el creole.

Algunos amigos de Haití en el extranjero se han destacado por sus aportes en las investigaciones científicas sobre el creole, tal como el profesor Albert Valdam quien creó el primer instituto de investigaciones de la lengua creole en la Universidad de Indiana, a principios de los años ´60. Dentro de poco la Universidad publicará el diccionario creol-ingles más completo tras 7 años de estudios y compilación.

Igualmente Bryant Freeman y Joel Laguerre han publicado el diccionario haitiano-inglés al cabo de 20 años de trabajo continuo en la lengua creole.

REPUBLICA DOMINICANA

A diferencia de los demás países de recepción de la migración haitiana, donde hay una promoción oficial de los derechos culturales de los grupos minoritarios, en la Republica Dominicana, sectores nacionalistas muestran rechazo hacia la amplia difusión del creole.

Protestan cuando la Iglesia Católica decide hace varios años celebrar una misa en creole al margen del culto oficial del Día de Nuestra Señora de la Altagracia, al cual acuden un gran número de turistas peregrinos haitianos.

Tampoco estuvieron de acuerdo que la emisora Radio Dos (de Tele Radio América) iniciara una programación 24 horas en creole.

Asimismo, no aceptaron la propuesta de rectores universitarios dominicanos de la enseñanza del creole en las escuelas y centros docentes del país.

Dijeron un No rotundo a la posibilidad de poner como se hace con el español para los latinos en los Estados Unidos, avisos en creole en los hospitales o oficinas públicas que por su naturaleza y ubicación brindan servicios a inmigrantes haitianos.

Ni los colonos opusieron tanto resistencia al creole.

Sin embargo, a distintos niveles la necesidad de comunicación entre habitantes de ambos lados de la frontera han vencido los temores que tratan de infundir.

1- La migración dominicana en Haití, con una presencia de entre 11,000 y 19,000 dominicanos que hablan creole y lo enseñan a sus hijos.

2- La migración haitiana en la Republica Dominicana, estimada a unos 750,000 entre haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana (OIM)

3- Los intercambios comerciales a través de los mercados bi nacionales donde participan mas de 20,000 personas cada día de feria

4- Las inversiones dominicanas en Haití (zonas francas, fabricas en PAP)

5- Las uniones mixtas

6- Las emisoras haitianas que se escuchan en las ciudades fronterizas dominicanas, además de la música de “Los Diplomáticos” hace dos décadas.

Estos elementos permiten afirmar que el idioma más hablado en la isla Quisqueya es el creole, seguido de cerca del español y en un lejano tercer lugar el francés. Por lo que Quisqueya, con los haitianos y dominicanos históricamente unidos por la solidaridad entre ambos pueblos, tiene la mayor concentración de creolófonos  del mundo.

Es importante señalar que en la Republica Dominicana hay personas y grupos que se han dedicado a la promoción del creole desde el punto de vista académico. Se puede citar al fenecido padre Jorge Cole (de nacionalidad española) quien publicó a finales de los 70 el “Método práctico para aprender Español” con un soporte audio. La Pastoral Haitiana de la Iglesia Católica se ha encargado por años de distribuir ese método

Asimismo, Theodulo Blanchard (haitiano) a principios de los •80 realizó un trabajo de compilación de reglas gramaticales, y Nelson Didiez Nadal (dominicano), publicó en el ano 1984, el primer ensayo de un proyecto de diccionario creole-Español. En el 2006, Jean Ralph Placide, un compositor musical haitiano, publicó un folleto para el aprendizaje rápido del creole, cuya segunda edición será distribuida en la Feria del Libro de este ano .

No podemos dejar de  citar a Edouard St. Jean, quien junto a otros compatriotas haitianos han animado en diferentes periodos, cursos de creole-español en la UASD, en el Centro Bono y otros lugares.

Desde luego varias denominaciones religiosas, entre ellas, la Iglesia Cristiana Reformada, la Iglesia Bautista Haitiana, algunas parroquias católicas y anglicanas, celebran cultos en creole para los fieles haitianos.

Mas, estamos todavía con un nivel oficial restringido de uso, 20 años después de la reforma constitucional que nos convierte en una nación bilingüe, no se ha creado aun la academia haitiana del creole, previsto en la constitución como plataforma de desarrollo del idioma.

Nos falta traducir la legislación nacional del francés al creole. Nos falta definir una política lingüística equitativa. Nos falta evitar la deformación del idioma original con su enseñanza en los países de destino de la migración haitiana, tal como sucede en la Republica Dominicana, con el creole usado en los bateyes por ejemplo.

Nos falta asegurar a la mayoría del pueblo creoloparlante en Haití que “pale france pa vle di lespri”. (Hablar francés no quiere decir necesariamente ser inteligente)

El autor es sacerdote anglicano
Ex cónsul general de Haití en RD
Director Ejecutivo de la Fundación Zile

Publicado originalmente en el periódico HOY, 2 de noviembre de 2007

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