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LA ARQUITECTURA POPULAR COMO FUTURO DE LA CÁTEDRA
Arq. Didier Dominique

 

Si me fuese pedido definir la Civilización,

diría que es la capacidad de un pueblo de ser sí mismo

hasta el refinamiento.

Si me fuese dado el espacio de participación

 en la construcción colectiva de la arquitectura caribeña,

tendría, como hoy, estas palabras.

 

 

            Primero, es asunto de TERRITORIO.

            El Caribe, nuestro: de los Indios CARIBE, antes que nada. Hombres del Mar, que lleva su nombre: primeros de éste ENLACE. Cuando la tierra era un obstáculo.

            El Caribe. Punto de partida de los Europeos y su mundo “moderno”. Tierra de llegada de numerosos tantos esclavos. Espacio histórico obligado.

            Pero también el ‘Territorio' como enseña nuestro amigo Lobo, arquitecto mexicano, quién, para definir éste término, nos mostraba imágenes de unas entidades infinitesimales de relación humana: vendedores organizando sus espacios, enamorados escondidos en el fondo de la oscuridad de un bar... la mirada, nada más, entonces luminosa, define.

            Hasta la figura de una mamá, camisa blanca, con un ramo de flor en el pecho, siempre llevando su hijo dándole frente. A la pregunta - ¿porqué?, contestaba simplemente – para que el niño tenga como primera imagen: “mamá – flores”... y crezca siempre con ella.

            Hablamos entonces de lo tangible y lo intangible.

            U, otra aproximación: la RESISTENCIA de las MUJERES como Patrimonio de la Humanidad.

            Pero también... Puerto-Príncipe, de noche, muy tarde: una montaña de basura y un viejo pobre excavando, con un pedazo de cartón, una especie de cueva para hacerse allí su cama, casa, de una noche. Esta imagen igualmente está.

 

            Porque, cuando llegará el Gran Inquisidor preguntando:

-         ¿Qué son?

-         ¡Locos! Le contestaremos...

-         ¿Porqué?

-         Porque los locos nunca bajan la frente frente a la muerte.

-         Y, ¿qué hacen?

-         Buscamos.

-         ¿Qué?

-         ¡Todo!

-         ¿Cómo?

-         Encontrando. Encontrando al arte. El arte de la tierra, del agua, del sol y del viento. ...Del sol, del viento y del infierno.

-         Pero, ¿Y la gente?

-         El infierno es de la gente.

 

Y, comparando con otros artistas latinoamericanos, escultores, pintores, cantantes, músicos... Mercedes Sosa, Gato Barbieri, esos gritos, Luis Días, escritores, bailadores... yo veo al ‘arquitecto' como un viejo de retaguardia...

 

Oscar Niemayer, preocupado al umbral de su vida por lo que llamó ‘mis hermanos Brasileños', citado por Segre en su artículo “Reflejo real y reflejo ideal de la modernidad en la cultura ambiental del Nuevo Mundo”. Lástima, según el autor, que salieron nada más que viejos clichés. Lástima que quedó corto también el autor, contradiciendo un poco sus propias aserciones del principio.

De igual modo, llegó en Puerto-Rico, para los años setenta, un arquitecto cubano, a mostrar las realizaciones de la arquitectura cubana de aquella época. Al sentir que no veíamos gran diferencia con lo que se hacía dónde nosotros, él contestó: “la arquitectura popular se diferencia con la conciencia de ‘para quién se hace'...”. No quedamos en nada satisfechos con ésta respuesta.

Luego, para los ochenta, vino Segre en Haití. Me lo encontré, en una de sus conferencias -del ‘Cubano', como únicamente se presentaba para aquella época-. Al finalizar una, me confesó, con más confianza, que, en realidad, una de sus metas de viaje, era conocer algo [-¿si lo podría llevar? -sí, ¡cómo no!] algo de los ‘actos de cultura' del pueblo haitiano, ya que, en Cuba, se estaban dando cuenta del DESFASE  entre los multifamiliares u otros espacios públicos con el SER de la gente. Consideré esto como un despertar.

 

 

El “Territorio Haitiano”  nace de la lucha, de la resistencia contra el sistema metropolitano de dominación colonial.

¿Cómo?

... Después de la derrota de Vega Real [por Santiago], los nativos se retiraron en el interior de la isla. En el Sur, por el Bahoruco, estaba Enriquillo; en el Norte, Tamayo. Creando un eje de comunicación y de repliegue en las principales cuevas, a través de la meseta alta del Plateau Central. [En las orillas del lago Enriquillo, aquí en la República Dominicana, la presencia del pueblo de Tamayo, testimonia de este Enlace: el segundo, el de la Tierra.] Igual hizo Hatuey, llevando a Cuba el aliento de la lucha.

Luego, éste territorio del Plateau Central, desde los principios así liberado, fue refugio y a la vez construcción para los esclavos africanos, cimarrones, quienes edificaron allí su resistencia, machacando dentro de lo imposible la permanencia de lo posible.

El sistema defensivo haitiano - entonces, para el 1804, victorioso - se establecerá sobre (protegiendo, perpetuando) ésta lógica de funcionamiento territorial.

De ésta filiación, el nombre indígena: AYITÍ, reconociendo y haciendo resaltar a éste próximo Enlace: cimarrones Indios y Africanos, atados en su supervivencia. De allí también el conjunto, muy extensivo, de peregrinajes que, actualmente, con su práctica misma, siguen contando de ésta historia, enfatizando los puntos, prendiendo los caminos y estableciendo jerarquía espacial.

Transmitiendo así, año tras año, la globalidad del proceso de construcción del territorio, provocan una contra-historia, frente a la única, ‘oficial' y totalmente parcial (e incoherente), con la cual nos siguen adormeciendo (y atacando) los herederos de los colonos.

 

Por el momento, retendremos ésta nueva forma, anti-académica y anti-dominante, de transmitir un conocimiento. También nos detendremos con aprender cómo funcionan las fuerzas subterráneas, ocultas, latentes, para dar surgimiento a su posible expresión abierta.

 

 

UN Objeto, sobre todo, nos llamará más que otro la atención.

Porque, para alcanzar ésta victoria, hizo falta no sólo la revolución (y allí tocamos las condiciones objetivas que hicieron posible la hazaña: la colonia extrema de St Domingue en sí, al igual que la coyuntura internacional y, sobre todo, en Francia misma), no sólo hizo falta la organización, la guerra, sino también: la MAGIA!

Condición de ARTE SUPREMO, es el acto de APROPIACIÓN. Usualmente atado, torturado, conlleva, naturalmente, el Objetivo de su producción. Apropiación de la atención - Captación - PROYECCIÓN total. Este objeto está hecho nada más que para FUNCIONAR.

Es el Objeto DECLARADO VIVO.

 

Con el acto mágico, arte de por sí (en el sentido que, para ‘funcionar', tiene, obligatoriamente, que tener / obtener, naturalmente, las proporciones plásticas las más precisas, las más justas - convergencia máxima de las fuerzas estéticas para la proyección óptima -), con el concepto mágico, pues, el objeto, así activado, penetra completamente al receptor; fusionándose con él se lo apropia. Y, finalmente, en realidad: ES ÉL.

 

Pero, tal proyección, tan inmensa y definitiva, no se debe ver!

¡Tremenda paradoja! Porque, de hecho, por la calle, en la vida diaria, estos objetos no se ven. Están escondidos, viven tapados. Y, aún a la vista: los verán los que pueden, los que lo necesitan, los que los verán. Pertenecen a estratos distintos de espacio.  ... Según el ojo.

 

Buscábamos a “Lavilokan”, primer templo Vodoun en tierra deportada. Fla, Fla, Flavodoun... Ninguna respuesta, sin embargo, encontrábamos a nuestras preguntas de orientación... Al volver otro día, nos perdimos (en realidad, como nos daremos cuenta después, habían quitado algunos objetos-signos simbólicos claves de referencia espacial). Finalmente, juzgando de nuestra perseverancia más y más sustentada, nos invitaron de noche a penetrar el espacio dónde desde siempre habíamos estado.

Fundido entre las chozas más comunes del campesinado, por la mañana siguiente, así descubrimos al Monumento Espacial Mayor del pueblo haitiano. Más aún: en el interior de lo techado, ningún mueble, ningún instrumento ritual, ningún signo, ¡ ningún tambor! Únicamente llena la memoria, esperando.

 

De igual forma - diríamos: al mismo nivel de pensamiento - en esos objetos tan plásticos, tan estéticos, tan ...artísticos: no hay “arte” [o, mejor dicho, se queda chiquito, ya que de lo que se trata es de una ‘respiración'].

“Después de esto, no hay nada!” nos confesaba, al visitar nuestra colección guardada.

...Ni vida del arte: menos aún búsqueda.

Con diferente materia conceptual pero de este mismo conjunto, están los VÈVÈ. Trazados rituales hermosísimos que, con harina y total entrega, se dibujan en el piso. En una concentración individual y colectiva extraordinaria, preceden a cualquier ceremonia. Su simbolismo intrínseco genera la relación cósmica, mientras que su aparición significa al encuentro humano. Invocado nunca adorado, su terminación última la apertura: pues, al instante de su cierre, desvanece por completo su fundamental presencia y la gente, entonces desviada, pisa sin ningún problema y aún sin darse cuenta la remota silueta. Vital síntesis, sólo su plástica había servido de detonación.

 

[ PRIMERA APROXIMACIÓN: EL TAN ACTUAL ESPACIO CIBERNÉTICO ]

 

 

Y así llegamos al primer indicativo de la NATURALEZA de la arquitectura popular.

De triple modalidad, se fundamentará antes que nada en el SECRETO. Expresado dentro de la unidad contradictoria: completamente abierto (y dado) pero invisible a la vez. De potencialidad así multiplicada, políticamente peligrosa. Walter Benjamín sostiene que “el lanzamiento del film sonoro fue una acción de la industria destinada a romper la primacía revolucionaria del film mudo, que suscitaba con mayor facilidad reacciones mal controladas y políticamente peligrosa”. ... Según el ojo.

De ahí la correlativa INMEDIATEZ de su funcionamiento, como segunda modulación. Matiz - entonces obligada - del secreto pero, también, de por sí natural. Es que, en un universo dónde la supervivencia regenta la vida entera, la acción directa resalta siempre como única solución y, más aún, cualquier reflexión, por poco que sea algo templada, luce de por sí sospechosa. ¡Cuerpo mil veces cortado y en permanente desequilibrio! Sumamente vivo: siempre discontinuo pero, así mismo, creando la suficiente expectativa y tensión como para dar lugar a la permanente e inmediata necesidad de continuidad. Solicitación pues sistemática. 

Espacios omnipresentes pero, a la vez, totalmente ausentes, de producción inmediata y discontinua pero continuamente necesaria y, así, productiva: allí tenemos a la materia misma  de los GÉRMENES. Tercera expresión. Todavía, no logran aparecer en más que orientación y, por la concentración que llevan como principios, no llegan a ser más que organismos LATENTES,

 

... dónde las formas presentes, no son que promesas...

 

 Aquí los materiales que conforman éstas estructuras. Por lo general, en un primer tiempo, de producción artesanal; luego, cuando aparecerá allí la factura industrial, serán usualmente de recuperación.

Aquí la articulación, abrupta y contrastada, que provoca su colocación. Significando tajos, estrías abiertas; de masas que se repelen y sistemas visuales a veces hasta rivales: ésta configuración es agitación desestabilizadora. Juego conflictivo de objetos y de direcciones contradictorias, tiene sin embargo una lógica: la de expresar la estabilidad de la vida dentro de la permanente inestabilidad de los procesos.

La dinámica composición resultante responde no sólo a la necesidad de cada momento sino, también, a la libertad: obligatoria para poder evolucionar en CUALQUIER dirección o nueva orientación. Propiciando así, por destello y deslizamiento, una exposición de perpetuo descubrimiento y eterno nacimiento, dónde la coherencia misma reside en el objetivo primordial de permitir permanentemente la mayor flexibilidad de decisión.

Nos acordamos de Jean-Michel Basquiat, quién utilizaba desechos pictóricos y desfases ópticos como materia prima de su expresión: con él, la actitud misma es material de recuperación. Y, de hecho, posición dentro y frente al modernismo más avanzado.

La explosiva energía, en contra-tiempo y desafío, que nace de tal posición introduce rupturas, roturas y hasta disonancias. Tal violencia, sin embargo, nunca puede tener allí lugar si no está siempre acompañada de la más profunda y natural humildad.

Aquí el uso de la tela. Material síntesis de ésta principal idea dónde la permanente posibilidad de cambio, la inmediatez así abiertamente oferta, y la sencillez del gesto se expresan juntos, entonces implícitamente. La tela, es decir: el viento… incluyendo, de una vez, sensualidad tocable.

Aquí el uso de la escritura (no de la letra en sí, sino del ‘hecho de escribir', la ‘postura de estar escribiendo'), firmando ‘pasaportes' en cuevas luminosas, inscribiendo anuncios encima de cruces mortuorias o señalando ventana donde la escasez de dinero no dejara construirla.

 

[ SEGUNDA APROXIMACIÓN: EL SURREALISMO ]

 

O, al contrario, notar la profunda diferencia de gestos (el último, siendo puro ejercicio intelectual, mientras que el primero está altamente debido a una supervivencia forzada). Y, así, llegar a lo que caracterizará el MOMENTO de la expresión espacial popular de ahora: el hecho de ser fundamentalmente DOMINADA.

 

Un maestro espiritual tenía varios discípulos y, cada mañana, les hablaba de la naturaleza, de la bondad, de la belleza, del amor. Un día, cuando se disponía a empezar, un pájaro se posa en un borde de ventana y se pone a cantar. El pájaro canta un rato y desaparece. El maestro se levanta diciendo: "la charla de hoy está terminada".

Y Prévert de seguirnos contando que, al niño preguntar: "¿cómo se dibuja un pájaro?", el adulto le contesta: “¿Para dibujar un pájaro? ¡Fácil!  Primero, se traza la jaula...”

 

De colocación específica en la producción social, tanto global como espacial, tanto física como ideológica, el PUEBLO tiene a su arquitectura en lugares predestinados por la jerarquización urbana.

Diana Agrest define a la ciudad como “el inconsciente de la arquitectura”.

Así, por el juego de fuerzas presentes, la gran mayoría de la humanidad se encuentra encarcelada. Y el concepto de ‘marginalización' viene a ser INOPERANTE, por el tamaño, la amplitud que llega a tener el fenómeno. Necesita, para solucionarse, de una etapa más activa, para llevar a la conciencia de que SOMOS la ciudad y, entonces, ¡tomarla en mano!

Mientras tanto, estamos en zonas residuales, terrenos pésimos, parqueados, siempre al borde, al azar, y permanentemente en situaciones más que extremas.

 

A pesar de esto (o, por esto mismo), sacamos un principio fundamental: el TERRENO como primera casa EN SÍ. El lugar, cada lugar, como territorio. Atadura de origen, relación completa, orgánica, que recibe entonces las construcciones a definir. Así, podemos aceptar / interceptarlo todo: todo lo transformaremos, así los acapararemos.

 

Es de importancia notar allí que no se trata de "arquitectura vernácula", concepto que hace referencia a la arquitectura básicamente tradicional pre-capitalista, que tuvo - y todavía tiene - su expresión plena. Aquí se IDENTIFICA el CHOQUE mismo: estos espacios, totalmente nuevos, naciendo precisamente de la confrontación, pertenecen al cuerpo a cuerpo de lo tradicional-artesanal puesto en situación histórica dentro / frente a la expresión-dominación capitalista. De allí su aspecto convulsivo, evasivo también e impreciso como una llama temblante, con una aparente incapacidad de superarse. De allí su violencia innata y, dentro de ella, su natural impulso al rechazo total de los códigos dominantes.

Tales espacios, en plena confrontación, dominados todavía pero ya vivos y de naturaleza propia, portadores de una INMENSA INTENCIÓN SIMBÓLICA que los subordina, se producen. Y, en su producción más aún que en su expresión actual, encontramos los aspectos que tal vez los caracteriza más profundamente.

De lo dominado que llevan, recalcamos el uso de los materiales de recuperación que se tienen que utilizar tal cual se encuentran. Gesto creativo de un momento, será ciertamente de nuevo transformado tan pronto la producción de materiales formará parte de la expresión popular plena. También la habitación: ahora producto que se vende y se alquila, en circuitos de pequeña producción mercantil.

Dentro de su autonomía, de su resistencia a la uniformización y al valor de cambio, dos características básicas definen a la producción de estos espacios y  los marcan profundamente.

 

Primero: lo COLECTIVO.

 

·        En la regulación sensitiva, a la escala del barrio, de cierta globalidad de establecimiento

·        En la lógica de ocupación del terreno así planteado, repartiendo zonas y prioridades

·        En la lógica de ocupación de las parcelas, según el entre-juego de las respuestas cercanas

·        En la construcción colectiva de las áreas públicas, basada en las necesidades individuales tanto como los intereses comunes

·        En una unicidad de movimiento dónde la simultaneidad de decisión se basa en la inmediatez del hacer.

De ahí nuestra

[ TERCERA APROXIMACIÓN:  EL JAZZ ]

quién, de igual manera, salió de y superó a sus inicios del 'rag-time', para llegar a las composiciones tan arquitectónicas de Thelonius Monk, tan libres y precisas de Charlie Parker y Miles Davis o tan profundas y completas como las de Coltrane.

De igual manera, estos espacios, aún oprimidos - porqué oprimidos - llevan una total libertad de expresión, dentro de un tema fijado, organizado en su base, estructurado en su lógica de desarrollo. Como, por ejemplo, lo es, en los barrios en pendiente, éste elemento tan particular que es la escalera

Luis Buñuel, relataba la problemática del 'hacer' en materializar la idea germen. Los pintores o escultores vodoun interpretan su práctica, como nada más que una concretización de sus sueños.

Un control concreto, sin embargo, en el caso de la arquitectura popular: la permanente dialéctica del espacio en construcción con los usuarios. Solicitación constante, modo de expresión misma como de producción. W. Benjamin, otra vez, piensa que en su "modo de producción" queda la próxima gran renovación del arte.

Relación con el público, no sólo en un va y ven clásico, sino para ratificar - o infirmar - en cada paso el proceso, nunca acabado, siempre abierto, dándole así su pleno VALOR DE USO. Por esto el aspecto "expuesto", transparente, obligatoriamente totalmente democrático que tiene.

Para esto, un componente básico, segunda característica de nuestra producción espacial y que le confiere ahí todo su espesor visual: EL TIEMPO.

Quedemos nos aquí exponiendo dos procesos vitales:

En Souvenans, templo - ritual Dahomey - de cultura Fon en la nueva tierra Ayití, a la muerte del anciano responsable de culto, se tiene que esperar un año y un día para que saliera, naturalmente y por unanimidad, el sucesor. Mientras tanto, … se practica… y se mueven las fuerzas, se modulan los intereses, se activan los acuerdos… y, si al año y un día, no se llega naturalmente a la unanimidad, se tendrá que esperar siete años y siete días antes de retomarse la decisión.

Pero, dirán: ?cómo así diseñar un aeropuerto, un complejo de viviendas, un hospital…?

En Barcelona, la comisión de arquitectos responsables por el Estado de los proyectos públicos y comunitarios está compuesta por 200 profesionales! cada uno "atado" (palabra de él) a un comité de barrio!

…En 'Barcelona' fue Cerdá, junto con la Comuna de París de 1871; en Barcelona fue la revolución de los anarquistas en 1936…

Barcelona y Souvenans: la lentitud pausada y consciente de la melodía junto con la extrema rapidez del ritmo. Dándole al individuo su plena conciencia de MASA.

  

Dónde queda el arquitecto

dentro de todo esto?

Ciertamente no el dios construyendo para reyes

Tampoco el inteligente creador único

regulando desde su gabinete

la vida de millones

Tal vez algo como Ellington

sincronizando y sinfonizando las improvisaciones de cada uno

Tal vez me quedo corto…

 

Sólo sé que con ésta arquitectura, el ARTE - o como quiera que se llame ésta emoción que dejará siempre el contacto sublimado - tendrá entonces otra dimensión, otro respiro: pues, como la Magia - la Mayor, la que conmueve a pueblos enteros - en vez de ser puntual, será todo una superficie, un volumen. Teniendo/obteniendo entonces a la tierra, su tierra, nuestra tierra, por fin, como territorio. No para comprarla, sino HABITAR. Y, así, el universo sólo, como límite.

 

            Hablamos de gérmenes: latentes, invisibles - según - hasta, ciertamente, secretos. Hablamos de principios, de  lógicas e, implícitamente, de coherencia. Presentamos figuras, no fórmulas, por cierto.

            Especie de huella de la comunidad primitiva en hibernación quién, al despertarse, se encuentra con un nuevo sol: el de la confrontación. Hace falta la emergencia de las fuerzas capaces de operar la transformación. Pero, si tiene el núcleo central de semillas y la superficie expresiva de la piel, como todo fruto, le falta la pulpa, la 'carne', en otras palabras: la CONCIENCIA TEÓRICA.

 

            Los conceptos hoy esbozados, a pesar de tener como objetivo a la arquitectura, no están del todo en el momento arquitectónico. Algo como una geología de suelo, estos conceptos podrán ser desarrollados plenamente sólo cuando estarán frente al reto de producciones concretas conscientes. Así y entonces nada más, podrán ser presentados en un orden realmente riguroso y preciso. Pero, para poder analizar y superar el quedar bloqueados, ideológicamente dominados, por las aceptaciones ya casi arcaicas, hay que elaborar por lo menos los elementos para una teoría de la transición.

            En eso me he concentrado hoy. Y, para ésta arquitectura que creo del futuro seguro: mi grano de participación y, sobre todo, mi SOLIDARIDAD.