LETRAS     PENSAMIENTO       SANTO DOMINGO        MIGUEL D. MENA     EDICIONES  

La mujer en el teatro dominicano (Dramaturgia)

Dinorah Coronado

DC en su papel de Gabriela Mistral con su perrito Jonás en Brasil, a su llegada de Suecia, 1945. Obra de su autoría, estrenada en NY, julio 2004.

 

 

La Mujer en el Teatro Dominicano

Preliminares de nuestro teatro

            El teatro es encuentro vivencial de actores y público confrontando situaciones, acciones, conflictos, dándole respuesta a la vida misma, en un juego de tensión-distensión; el mismo permite en los teatristas el desarrollo de la espontaneidad, seguridad y confianza en sí mismos, al mismo tiempo que incentiva el desarrollo de valores profundos.

            En su historia, el teatro nos lleva a Grecia, Roma, España, Francia, Inglaterra, Rusia, Latinoamérica, El Caribe, junto a Sófocles, Séneca, Lope de Vega, Benavente, Shakespeare, Chejov, Moliere, Darío Fo, Sor Juana Inés de la Cruz, Manuel Rueda, Virginia Ortea, Chiqui Vicioso, Josefina Báez y otros tantos, mediante la creación de textos individuales y colectivos.

El teatro es una forma de  lenguaje, el mundo fenoménico es imitado, celebrado. El texto dramático es la célula que facilita el sendero a los teatristas, quienes analizan, decodifican, enriquecen y dan vida al  libreto, escrito en la pasividad de un rincón, donde los dramaturgos conciben el universo dramático a sus anchas, en comunicación con su propia interioridad; el texto puede ser también  un acto de creación colectiva, durante el cual la escritura sigue a la improvisación actoral.  Entonces, dramaturgos, dramaturgas, actores, directores, comunican una historia, granjeándose la simpatía e interés del espectador, en un acto de convencimiento de trascendencia estética y de la entrega mutua en una labor artística.

Para algunos historiadores e intelectuales, el origen del teatro dominicano se remonta a los primeros habitantes de la Isla, los taínos, puesto que los  areitos eran una representación cultural del pueblo indígena con características escénicas.

Se considera que el primer hito en la historia de la literatura dramática dominicana y latinoamericana es el entremés del canónigo Cristóbal de Llerena, inspirada en el saqueo de Drake a la ciudad de Santo Domingo en 1586, y satiriza con agudo ingenio la liviandad de los gobernantes. Esta pieza teatral encarna al pueblo pobre y desamparado, mediante un bobo.  En la época colonial el espectáculo teatral y la producción dramática adquieren poco desarrollo. Se representaban en iglesias y palacios.

Durante la dominación francesa,  las representaciones dramáticas se realizaban en la iglesia de Regina; luego nació el teatro de los Trinitarios para impulsar la fe por la independencia; se destacó el dramaturgo Félix Ma. del Monte, con La viuda de Padilla. Más tarde sobresalió Angulo Guridi con Iguaniona, odisea de una raza, primera obra de tema indigenista, 1867, en la cual la princesa y heroína decide inmolarse.

El teatro dominicano se fortalece a partir del 1950, con bastante recurrencia al tema griego. Se destaca Manuel Rueda, con Trinitaria blanca y más tarde  Entre alambradas, sobre abril del 65, transformación psicológica de Canela, la prostituta, ante el invasor. En la década del 60, Máximo Avilés Blonda escribe Yo, Bertolt Brecht ;y  en Pirámide 179, trata la   problemática dominico-haitiana. Se observa una tendencia al teatro social, en ese aspecto  cabe destacar la participación de  Iván García y su Fábula de los cinco caminantes, donde se representan los poderes de la humanidad, ellos caminan a través del desierto hacia un lugar desconocido, saben que no alcanzarán su destino, pero marchan con sus cargas a cuesta.

En años posteriores se ha cultivado la comedia, la farsa y la sátira política, válvulas de escapes a las tensiones diarias, muchas veces equiparándose a la  producción televisiva en desmedro de la calidad. El dramaturgo más prolífico es Franklin Domínguez con su versatilidad y sentido del humor. Se busca un hombre honesto es una de sus 40 obras.

El destacado actor y dramaturgo Juan Ma. Almonte afirma que el dramaturgo dominicano contemporáneo de mayor reconocimiento internacional es Reinaldo Disla, Premio Nacional Cristóbal de Llerena y Premio Internacional Casa de las Américas, con 30 obras escritas, una de ellas es Un comercial para Máximo Gómez. Otros dramaturgos contemporáneos son Giovanny Cruz, cuya obra Las heroínas, ha tenido bastante aceptación en NY; Juancito Rodríguez, Carlos Acevedo, Haffe Serulle, fundador del teatro de la UASD y Premio Nacional de Teatro, quien cuenta con un sinnúmero de obras publicadas.

Aportación de la mujer

En el campo de la creación dramática la mujer ha formado parte activa a través de los años, acentuando su productividad teatral en los últimos tiempos, junto a laboriosos escritores que interpretan el pensamiento de una generación tanto en el papel como en el escenario. La mujer actriz, directora, productora y dramaturga, trabaja  mano a mano con los teatristas para engrandecer el teatro. Estas escritoras abordan temas relacionados con el quehacer dominicano, tratando de cuestionar o hallarles respuestas a la problemática de nuestra sociedad, o profundizando en sus tradiciones, folklore e historia. Por otro lado, el encuentro transitorio o prolongado con la realidad del emigrante dominicano es recurrente en todas las dramaturgas actuales. La factoría, el problema de la ilegalidad, New York y sus trenes, el aprendizaje del inglés, el choque cultural y su posterior adaptación, sin descartar la nostalgia por el suelo patrio;  o sea, que el retorno al país natal, mira a lo nacional con un sentido abierto de pertenencia y las tradiciones,  son temas comunes en la literatura dramática de nuestras mujeres. Ellas aportan una visión nueva de la identidad femenina en el mundo actual, proponiendo situaciones, conflictos y reflexiones desde un marco referencial propio, donde su palabra y su visión de la realidad cuentan.

En el campo de la actuación tenemos a una pionera por excelencia en la proyección internacional de la mujer dominicana, María Montez, quien se destacó en el Hollywood de los 40s. En sus 39 años de vida, esta actriz barahonera actuó en 26 películas y era conocida como “Reina del Technicolor”; por su talento, sus rasgos físicos, figura perfecta, hermoso rostro y ondeante pelo rojizo, fue la artista más taquillera de Universal Studios en tiempo de la II Guerra Mundial. Las mil y una noches, Alma gitana, La Reina de Cobra, El ladrón de Venecia, fueron algunas de sus películas. Escribió tres libros, actuó en teatro y escribió algunos poemas. Se estableció en Europa y murió de un infarto en una bañera en París.

En el 1900 sobresalen varias dramaturgas. En 1916, Delia Quezada escribe y monta la obra Quisqueya y la ocupación americana.  Ana Jiménez crea la obra Independencia o muerte, galardonada en un concurso.  En 1902 Delia Weber se destaca con Los viajeros, Margarita Vallejo, en 1913 escribe Historia de caracoles, una bonita obra infantil que critica el horario estricto de la escuela; en ausencia  de la maestra los niños narran historias de caracoles que sirven para contar, del caracol que regala su sonido a una niña inválida y del caracol gordo y chiquito que va  a la  escuela;  en 1917, Carmen Natalia escribe Luna gitana. Quizás la obra más representativa de la mujer en sus inicios en la historia del teatro es Las Feministas de Virginia Elena Ortea, una de las escritoras más prolíficas, quien además de teatro escribió poesía, ensayo, cuento y novela. Las feministas es una obra versificada, escrita en dos actos, en el 1899 y fue adaptada a zarzuela. En ella Virginia aboga por los derechos a la igualdad femenina fundando una sociedad, con influencia francesa y alimentada por los ideales avanzados de la época, con mujeres que se proponen renunciar al matrimonio, pero que luego transigen, no sin antes dar una lección de equidad.

-Lola: y el amor, ¿qué será de él?... Qué soso va a ser el mundo si le suprimen la intriga de unos celitos ingratos,  de un enojo, una sonrisa,  de un amor....

-Cándida: ..Si la mujer se emancipa y él ve en cada una su igual, no la tierna corderita, la ignorante, la paciente...

Desde principio del 1990 hay una mayor apertura de la mujer en la dramaturgia. En este lado del mar, contamos con Maitreyi Villamán, quien en sus obras desmitifica los tabúes y represiones de la mujer (Misterios gozosos, Sólo para Mujeres y Chica en Technicolor).  La aportación de la mujer al teatro es más amplia de lo que se piensa, opina Maitreyi. En la época de los Trinitarios, en la veladas comunitarias y escolares, en las fiestas de quinceañeras. Esta poeta y dramaturga, actriz, productora, directora de arte escénico, escribe sobre temas universales, fundamentales, propios del ser humano, “porque el teatro es para hombres y mujeres. Mis personajes han sido mujeres. Es una conversación entre el público y yo. Un diálogo. Me interesa la inmediatez, la manera de comunicación inmediata en el teatro. No hay arte que usurpe la magia y compenetración del teatro con el público. Lo importante del teatro es la esencia; no es un panfleto para empujar agendas de hombres y mujeres, creo que es la liberación del ser humano, de la condición humana, cómo nos tratamos; en mi teatro se evidencia la manipulación, arrollar a otro ser humano. El personaje de la monja es importante. Siento que es el tema de la opresión, en nombre de Dios se cometen atrocidades, no nos está llevando a conocernos y se ve cómo hay un estado de conciencia, opresión, que usa la ideología de la religión para perpetuarse: hinduismo, islamismo, catolicismo. La persona funciona desde una perspectiva egoísta; la sed del poder se evidencia también en las relaciones sexuales: mujeres devoradoras, hombres vampiros. En Sólo para mujeres y en Misterios gozosos hay monjas. Fantasía de una chica en technicolor me tomó siete años para escribirla”.

Maitreyi obtuvo el premio de teatro infantil en Puerto Rico con Las esclavitas en San Juan. “El teatro es lo más íntimo para mí. Cada obra de teatro mía es un módulo pedagógico. Es como cuando se hace un licor que se va destilando. Escribo, leo, discuto, lo guardo por dos años; más tarde leo un anuncio, un libro y los integro a mi texto. Mi teatro es el resultado de una serie de vivencias. Cada escritor tiene su estilo. Escribo en sitios públicos, cafeterías, trenes, restaurantes, como Sastre. No sé por qué. Unos escriben de noche, otros desnudos. Siempre escribo para alguien, hay un amigo que me escucha. A veces escribo para impresionar a mis enamorados; les escribo un poema después del sexo y luego me dejan”. (Se ríe)

“El teatro me reúne con la gente; así te conocí”. (Se refiere a nuestra experiencia en el 2000 cuando hicimos taller de lectura dramática y montaje de la obra “Piedra Preciosa”, la cual se montó por dos años en la Casa de la Cultura Dominicana y la costeamos entre las dos. Dos mujeres que vivían de un salario, se desprenden de sus pocos recursos por amor al teatro y para desarrollar la aportación de la mujer dominicana en la dramaturgia.) Por eso Maitreyi dice que el teatro es colaboración. “Mis veladas, ensayos, llamadas telefónicas, los proyectos, todo esto es parte del engranaje que envuelve montar una obra. Lo personal pasa a un segundo plano; nos regalamos más pureza en el arte, ya sea a través de la novela, poesía o teatro. Este es lo más puro de mí, es un momento de verdad. Mi teatro está fundamentado, lo he estudiado en crítica literaria, lo he visto y lo he escrito. Comenzando por René Márquez, Mirna Casas, en Puerto Rico; Enrique Buenaventura, de Colombia, Carbadillo, de México, me han formado. Fui a Alemania y estudié con Eugenio Barba. He asistido a innumerables festivales latinos, me he visto tres obras en un día. En mi viaje de varios meses a India, me dediqué a participar en el teatro clásico indio ligado al baile.

            Creo que la contribución de la mujer es brindar sus conocimientos a otros. Pasarles mi bastón a otras, apoyarlas, compartir los conocimientos, llevar la obra a talleres, producirla, pulirla, ‘casarse' con la obra. Hay que buscar a una mujer y ayudarla a llevar su obra a escena, a través de un taller creativo. Es unir los esfuerzos comunes”.

 Josefina Báez se alimenta de nuestra realidad como inmigrante y nos lleva a la Romana, a la India y a Nueva York con sus ricos performances, en los cuales obtiene una magnífica simbiosis, tal como en Dominicanish; obra que recorre todos los continentes en su versión de espanglish. La misma trata  de una joven inmigrante que aprende inglés, cuenta, cita cosas, repite palabras y analiza nuestras costumbres y tabúes.  “..a San Antonio lo llamé por su apodo. Usé los pantis de ir al médico. Usé la loza de la visita...Hago morir-soñando con Minute Maid”, pág. 61-62 . 

Reside en los Estados Unidos desde hace 32 años. Es la actriz, dramaturga de más proyección internacional: Australia, India, Dinamarca, Chile, República Dominicana, Estados Unidos…. Hablar, compartir con Josefina es un espectáculo en sí. No pierde su ingenuidad, su transparencia, su capacidad de teorizar sobre cada cosa que hace. El humor salpica cada uno de sus comentarios. El disfrute de las cosas sencillas, la claridad de sus criterios, su amor al teatro y el plan de viaje continuo, se impregnan en la piel de sus interlocutores. Sin querer nos hace partícipes de sus proyectos y acabamos admirándola por su perseverancia, empuje personal, independiente de las adversidades económicas del medio, de la falta de apoyo de nuestras autoridades comunitarias al teatro.

Para Josefina, la definición y expresión de la cultura personal es esencial en su trabajo, por las experiencias que vive la mujer. La preparación física, el texto y la música son tres elementos básicos de su teatro. Dominicanish es un texto que la obliga a estar alerta, cada frase tiene un ritmo diferente, “me da mucha pena cuando la gente ríe, pues se refleja en la obra el desgarre del inmigrante. El performance sigue un ritmo particular; busco la precisión a nivel físico, no hay improvisación”.

Observamos intercambios de historias, un micro mitin en los 70s, lo perciben como un canto en la India. Lee el texto todos los días, hasta tres veces. Rompe con la dramaturgia convencional, tradicional. “Me interesa ir a la esencia, al modo de pensar, a la estructura del cerebro; juego con lo emocional de la mujer. Mi proceso es simple, escribo todos los días y junto las frases que se me graban en la mente y luego pasan a un texto. Haré Dominicanish por 15 años.”. En su trabajo cuentan varios elementos: el espíritu, ella como mujer de clase trabajadora, negra, inmigrante. “Soy la comunidad, enfatizo la excelencia. Me falta mucho por aprender”. Escribe directamente en la computadora, siempre anda con una libreta. “Anoto todo lo que oigo, la gente habla en poesía”. Su papel es organizar los textos e imprimirles un ritmo. “Las dos cosas que me sanan son el teatro y el silencio. Trabajo hasta las 3 ó 4 de la mañana”. Entiende que hace falta mayor colaboración de la comunidad. Se presenta en apartamentos, donde se reúne un grupo. Otras obras son “Ay, ahora qué va a pensar de mí”, “Negritud Dominicana”, “Vuelve y vuelve, JB”.

En  NY contamos también con Lisandra Ramos, cuya obra en inglés Las mariposas, tema de las Mirabal, tuvo bastante aceptación en su montaje en City College, a final de los noventas.

Con Temor rojizo, de la poeta Teonilda Madera, conocemos las intríngulis de una mujer cuyas penurias se inician en RD, donde sus hijos mueren de fiebre, diarrea y hambre hasta llegar a esta ciudad donde un delincuente le corta el rostro en el subway.

Lucía Taveras inicia sus obras en la RD y las termina aquí, tratan de la problemática del latifundio,  el rechazo de un homosexual en familia y los conflictos de una pareja. Lucía  logra un buen manejo de la técnica dramática, donde muestra su larga experiencia en el teatro, como lectora, actriz y directora. Sus obras son Tierra y Venganza,  Cosas de familia, Pancha y Chancho y Antesala de la muerte, sobre latifundio,  homosexualidad, problemas cotidianos de una pareja y la odisea de dos inmigrantes con la justicia,  respectivamente.

Cabe mencionar a Ilka Tanya Pagán, quien actuó para cine en inglés y español. Trabajó con Raúl Juliá. Fue actriz, activista cultural y abogada que defendió los derechos de los inmigrantes y trabajó junto a Mateo Gómez y a Rolando Barrada, en los Estados Unidos.

También tenemos otras mujeres como la venezolano-dominicana Germania Quintana, destacada actriz y directora de diversos grupos de teatro, en la RD.

En la Casa de la Cultura Dominicana en Nueva York se ha destacado Mariluz Acosta, quien ha realizado una destacada labor como actriz y directora, junto a nuestro destacado actor José Núñez. En su historial cuenta con la co-dirección de Yerba Mala, de Waddys Jáquez, con el Teatro del Trapo. En esta producción se transporta al público desde un velorio de campo hasta un cabaret neoyorquino, mediante la integración de varias disciplinas, pintura, fotografía, danza, canto y acrobacia. Mariluz es fundadora del teatro Sol, con el cual dirige la obra de  Reinaldo Disla, Un comercial para Máximo Gómez y personifica a la protagonista de  New York islas de Chiqui Vicioso,  presentada en el Festival de Teatro Iberoamericano, en la RD el año pasado.

Las obras de Dinorah Coronado, también se han dado a conocer en RD, NY, New Jersey, Pennsylvania y Montreal; esta autora se inició en el teatro infantil, de esa experiencia ha quedado el teatro Palmeritas, con 16 años de trabajo y de cuya experiencia nació “Alma de Niños”, con 39 poemas y 11 obras teatrales. A final de los 80s colaboró con los programas infantiles Tobogán y Los niños pueden, en el canal televisivo RAHINTEL, en RD.

Dinorah actúa desde su adolescencia, cuando estudiaba magisterio primario en la escuela normal “Félix Evaristo Mejía”, en la cual desempeñaba papeles secundarios de autores clásicos; en los 80s estudió improvisación y títeres con el Teatro Gayumba y el venezolano Rómulo Rivas, en la República Dominicana. Coordinó el Festival Interescolar de Teatro en una escuela secundaria de Puerto Rico en 1989 y en New York estudió dramaturgia con Danisarte y Miguel Juan Concepción, y actuación con el “Teatro Tocando Puertas” que dirige Edison Carrera.

 En cuanto al teatro para adultos, la primera obra fue Piedra Preciosa, dirigida por el laborioso actor y director dominicano Luis Felipe Rodríguez y producida por Maitreyi Villamán, con el Centro Creativo Experimental “Inarú”.  Esa obra es una especie de comedia de enredo, con humor y reflexión. “Me sentía satisfecha, orgullosa, de ver a una mujer como Maritza, apoderarse del escenario y mostrarnos su pensamiento libremente, sin que nadie le obstruyera el paso. La mujer profesional, consciente de su realidad  y que tiene la libertad de escoger a su compañero, cuando ella decide que está lista”. Luego siguieron Las gemelas de Bonanza, sobre la época de Petán Trujillo, producida por Danisarte. “Tenía una novela con ese tema y ya había realizado mi investigación sobre la vida en la cárcel, mediante lecturas, correspondencia con prisioneros y visita a una cárcel de mujeres en San Cristóbal. Ahí cocinamos y compartimos por cinco horas en una celda de tres mujeres. Eso me sensibilizó mucho. Al realizar el taller de dramaturgia, me decidí a conectar la experiencia de la novela con el teatro y resultó interesantísimo. Tanto así que en un momento determinado, cuando María del Rosario cuenta sus penas en la cárcel, ya en el montaje, no pude evitar llorar”. Secretos de mujeres, es la tercera obra que se monta. Se estrenó en el Consulado Dominicano de New York, luego pasó al Red Carpet Theater, a Pennsylvania, Rhode Island y a la RD. De mayo a noviembre del año, 2003, cumple un ciclo de 17 presentaciones. “El público se identifica inmediatamente con los personajes, son prototipos. Es una representación de nuestra idiosincrasia en varios mundos: desde el poder, centro de actividad sexual, comercial, y desde las presiones en un apartamento con los recién llegados.  “Es interesante cómo los actores que la han visto, se identifican tanto que expresan su deseo de representarla. Eso ocurrió con tres actores latinoamericanos, de Ecuador, Colombia y Argentina, quienes realizaron un papel fenomenal, haciendo de mujeres. Ellos la han escenificado unas 20 veces.En esta obra realizo el papel de dramaturga, actriz, productora y viajera constante. Una gran experiencia que ha ensanchado mis límites a través del teatro”. A esas tres obras se unen otras16, las cuales incluyen cinco monólogos para ser representados por hombres y tres monólogos por actrices. En agosto del 2003 se realizó una lectura dramática del monólogo “Al filo de la vida”, odisea de un soldado en Irak, en Casa de Teatro, Santo Domingo, donde Vicente Santos, bajo la dirección de Carlota Carretero, nos deleitó con su fuerza escénica. En noviembre de este mismo año, “Secretos de Mujeres” se pasea por los escenarios cibaeños, con la producción de un equipo de franco-macorisanos y en la Capital, en el Club Cultural Mauricio Báez.. En julio del 2004, se escenificó en Manhattan  la obra “Gabriela Mistral: Retazos de  mi vida”, con la actuación de Luis Felipe Rodríguez, Olga Fernández y  Dinorah Coronado, tras su viaje a Chile. En estas obras, los inmigrantes dan a conocer su proceso de venida, su adaptación al medio y se plantean nuevas estrategias de sobrevivencia; además, se destaca la labor de mujeres que han realizado una labor altruista a favor de la humanidad en diferentes áreas  (Gabriela Mistral, Minerva Mirabal y Manolo Taváres,  Dr. Pawla y Maya Angelou, quienes son  poeta chilena, héroes dominicanos, astronauta y poeta estadounidense, respectivamente.)


Además de las teatristas mencionadas, en NY contamos con las actrices Fior Marte, Bersaida Vega, Wanda Ferreiras , Karina Rieke, Olga Fernández, Delia Brache, Maité Bonilla, muy activas en los diferentes festivales de teatro. Maité actuó en la película “Círculo Vicioso”, junto a Luis Felipe Rodríguez y otros actores reconocidos.

En la República Dominicana contamos con escritoras que han pasado de la actuación o la poesía, a la dramaturgia.  Una de ellas es Chiqui Vicioso, Premio Nacional de Teatro 1997 por su obra Wish-ky Sour, la cual plantea los cambios existenciales de la mujer en su acceso a nuevas etapas. “Un convertir las penas en arte”, como dice su autora. Chiqui es actualmente Embajadora Encargada de la Sección de Niños/as y Adolescentes desde el año 2000.  Ha escrito cinco obras Salomé U., Wish-ky sour, o Trago amargo, Perrerías, Desvelos (diálogo entre Salomé y Emily Dickinson) y Nueva York islas.

Chiqui Vicioso es bastante expresiva, el terciopelo de su voz refresca la noche cálida, bajo el manto de estrellas, en la penumbra de su terraza. Su extroversión y sapiencia son un bálsamo increíble para olvidar las picaduras de los mosquitos, en la azotea colmada de plantas colgantes, desde donde se divisa el pasado y presente de la ciudad de Santo Domingo: la Catedral, Palacio de Gobierno, barrios residenciales y marginados, así como las aguas dulces y saladas del Ozama y el Caribe.

“Aquí experimentamos un enorme auge teatral, las voces femeninas se hacen sentir”, dice Chiqui, la cual es una de las pioneras en el surgimiento de dramaturgas contemporáneas. “Hacía falta una mujer. Quiero ver las obras representadas, es el sueño de toda dramaturga. No me inmiscuyo en el montaje. Los actores tienen que internalizar el texto”.  Los textos de nuestra querida Chiqui tienen contundencia poética, se relacionan con la supervivencia de la mujer, con sus procesos internos. “Todo escritor debe hacer teatro por lo menos una vez, como ejercicio de humildad. La actriz internaliza, se apodera del texto, le da su tono…, ; es una experiencia asombrosa”.

Wish-ky Sour es una gran catarsis. Por recomendación de su terapista, Chiqui quiso hacer de su pena un arte. “Tras cada montaje las actrices y yo terminamos llorando”. Es su primera obra escrita, ganadora del Premio Nacional de Teatro en 1997.

En Wish-ky Sour hay un rompimiento con la dramaturgia tradicional, sin acotaciones, se da una introducción con sugerencias generales, con descripción de escenas, posibles recursos técnicos y de actuación. En esta obra se evidencia la alta taza de alcoholismo entre mujeres de clase media y alta, sobre todo en mujeres de la tercera edad. En los Happy Hours muchas suelen tomar Whisky Sour, una mezcla de alcohol, soda amarga, limón y azúcar. El diálogo entre dos mujeres que son una misma mujer (Helena I, con fuerte tendencia a la enajenación, servir a padres, hermanos, hijos, a la iglesia; al llegar a los 60 los hijos se van y ella se queda sola.) Por otro lado, Helena II se niega a enterrarse en vida; es el alter ego, se rebela y revela. Al final de la obra las dos, dentro del mismo vestido o camisa de fuerza, se enfrentan abiertamente.

En la página 41, hallamos las revelaciones de las dos mujeres con respecto de los estragos del envejecimiento en la autoestima de la mujer, sobre todo en una época como la actual en que hay un superculto a la belleza y a la juventud, como si Fausto y Mefistófeles se plasmaran en el marco de la valoración humana.

Helena I: “¿Se puede estar viva llena de estrías y celulitis?

Helena II: “Y de arrugas también, Helena, pero ello no nos impide desear, salir, enamorarnos, bailar, reírnos, mudarnos, crear nuevos espacios…”

Al leer la poesía íntima y Epistolario de Salomé Ureña y escribiendo un ensayo sobre esa autora, Chiqui corrobora su intuición sobre el doloroso drama que vivió la poeta, especialmente por la ida del esposo a Francia, donde él formó una familia paralela. De ahí surgió Salomé U., ganadora del Premio Casandra a la mejor producción teatral. Es una reflexión de la angustia de Salomé U., la poeta nacional,  durante su viaje de regreso desde Puerto Plata hacia Santo Domingo; nos rebela su intimidad, mientras delira por las altas fiebres y la tuberculosis  que la conducirán a la muerte. Nos habla de sus cartas, sus preocupaciones por los hijos, la patria y por su marido siempre ausente.

Es la historia paralela de una escritora contemporánea y de Salomé. Paulatinamente la primera se convierte en la poeta nacional y logra transformar su vida. Es lo que llamo la metáfora del cariño.  En la página 5 de la obra conocemos los anhelos de nuestra gran poeta cuando nos dice en una de sus cartas: “Yo deseaba un hogar pequeño, un hogar sin lujo donde pudiera vivir contigo y mis hijos, sin cuidarme del mundo, con tu cariño por toda riqueza…”  Al final de la obra la dramaturga riega la semilla de la esperanza cuando colma a la protagonista de colores nuevos y le imprime la ilusión de un nuevo amor que nace a partir de las cartas que le trae su hermana Mom de parte de Enrique Deschamps y quien acaba declamando un poema donde el amor se plasma en un cuadro que llena de luces el día.

Perrerías es la tercera obra de Chiqui que se monta.  Nos cuenta que en uno de su trabajos, conoció a un hombre muy humorístico, a quien apenas entendía, pues su lenguaje estaba salpicado por vocablos de fuerte tono popular, “quilla (medio loca), matatán (superhombre), jodón (molestoso, astuto)...”.  Ella tomaba notas. Este señor estuvo en un prostíbulo desde los trece anos y le llamó la atención su afición a Silvio Rodríguez. “Cada canción de Silvio era como un mapa en la vida de este hombre. Por eso creo que el impacto de la poesía de este cantante cubano, sus canciones en las nuevas generaciones, hay que estudiarlo profundamente”, comenta Chiqui.  

Perrerías es el duelo existencial y verbal entre estos dos seres tan desiguales, escritora y tíguere. Se logró la fusión de lo culto y lo popular, como hizo el cubano Virgilio Piñeiro en sus obras.

New York islas se centra en los dominicanos mayores, ya jubilados,  que regresan al país, viven en una especie de barrio para esta gente que dejó a sus hijos en NY. En esta obra la autora recrea el diálogo de su propia madre quien conversa con un representante de una compañía y ella piensa que es un vendedor;  le cuenta su vida, le brinda un sándwich..., una manera de paliar la soledad.

Desvelos trata sobre la relación de Emely Dickinson y Salomé U. Se representa con ocho velos de diferentes colores. Emely recorre los velos de Salomé, un mundo esotérico, numerológico. Ambas descienden al paraíso de los escritores. Se observan libros cayendo, ángeles leyendo, es el paraíso que sueñan los escritores. “Tengo en mente escribir un musical. Me gusta explorar”, acaba diciendo Chiqui, tras lo cual nos despedimos Juan Freddy Armando, Zaida Corniel, y yo, para dejar que la noche le regale otras bellas musas a esta gran escritora en el regazo de su bien merecido lecho.

A Carlota Carretero, oriunda de La Vega,  la entrevisté en la Secretaría de Cultura, rodeada de artesanía típica y un par de videos para compartir algunas de sus obras, ya como directora y dramaturga. Es un ser humano magnífico e imprime una fascinación fraternal desde que saluda. En seguida me confiesa que el amor al oficio de actriz, el respeto y la entrega al teatro lo aprendió de Monina Solá. “Es un ejemplo a seguir, pues la mujer que hacía teatro era considerada prostituta; sin embargo, ella ha mantenido su imagen de gran dama. Es una figura importante en el teatro dominicano”. En seguida menciona a Flor de Betania Abreu, quien actúa en España y RD; a María Castillo, primera mujer graduada en dirección teatral en Rusia y con honores, quien rompe con la supremacía del hombre como director. También me habla de Chiqui Vicioso, quien parte de la poesía y ve en el teatro un campo de difusión de temas femeninos, tanto relacionados con la mujer y sus problemas existenciales, como con el rescate de personalidades históricas, tales como Salomé Ureña.  “Estas mujeres han revolucionado el comportamiento de la mujer en el teatro, con mucha calidad, han abierto caminos”.  Carlota se considera fundamentalmente actriz, pero en los últimos años, por variedad, ha querido explorar sus preocupaciones intelectuales, expresarlas con voz  propia; ha pretendido que el teatro no se aleje de lo que somos como sociedad. “No me defino como dramaturga, porque mi interés no está en la literatura dramática como tal; me interesan más los hechos que las palabras, la puesta en escena. Una dramaturgia contemporánea, no convencional, sin acotaciones ni direcciones precisas; creo caracteres y situaciones. Escribo para la puesta en escena y luego actúo con libertad, así otros directores pueden actuar con la misma libertad”.

En El último asalto en Ciudad Trujillo, realiza una dramaturgia basada en textos de autores dominicanos. Es una reflexión de los últimos 50 años del pensamiento social dominicano, visto a través de narradores y poetas con incidencia. René del Risco (cuentos), el personaje central es el protagonista de Los ángeles de hueso de Marcio Veloz Maggiolo; el hombre idealista, perdido en el tiempo y sus ideales; también se basa en la leyenda de Juan Bosch El destino de la tierra; hay un  breve encuentro con Junot Díaz, como representante del que emigra y un breve texto poético de Rita Indiana Hernández. “Todo eso lo confronté con el pensamiento de la juventud dominicana, con sus intereses”, dice Carlota. El último asalto en Ciudad Trujillo se estrenó en Casa de Teatro y fue escogida para el Festival Internacional de Teatro en el 2001.

Carlota formó su grupo de teatro Cocuyo en el 2000. “Logré darle un giro total a lo que venía realizando, mis intereses variaron, hasta lo que planteo, mi pensamiento, y trato de implementar un teatro social dominicano, cuyos miembros son egresados de arte escénico de la escuela de Bellas Artes”.

Falsos profetas se estrenó en el Teatro Nacional, es una obra de creación colectiva. La primera motivación es plantear una problemática social de nuestro país, propia de los sectores marginados, de la pobreza, de los grandes olvidados. Escogimos un barrio “Barranca Olvidada”, y  personajes de la cultura popular dominicana, Roba la gallina, Califé…, así como personajes del barrio que generalmente son explotados por la televisión. “Mediante lluvias de ideas, improvisaciones de diálogos, anotaciones, creamos una historia de situaciones”.

“En lo último que trabajo es en una investigación sobre Mamá Tingó, en su lucha contra sectores del poder, el latifundio, en detrimento de los labradores. Es necesario recordarla”. La tierra es de nosotros se estrenó en el programa de TV  “Butaca 27”, Red  Nacional de Noticias; fue un proyecto ideado para presentar monólogos mensuales, con la finalidad de proyectar la vida de la mujer dominicana. En este programa Carlota actuaba, dirigía y producía. Por razones que desconocemos el programa se descontinuó. “Lo bueno es ver cuán interesada está nuestra gente en ver resucitar su cultura, su identidad”, finaliza diciendo Carlota, una joven leyenda del teatro dominicano.

La zona colonial, frente al parque Colón me permitió compartir el mismo día con dos magníficas actrices y dramaturgas dominicanas, embarradas de experiencias neoyorquinas y nativas, las cuales se reflejan en sus obras.

Zaida Corniel es actriz y dramaturga bilingüe, nacida en Salcedo; graduada de Letras en la UASD, que se ha destacado tanto en el teatro, como en el periodismo. Sus estudios del inglés en el Domínico-Americano y su matrimonio, ya finalizado, con un norteamericano, la llevaron a envolverse en el mundo anglosajón. De 1991 al 1994 residió en New Jersey, donde en su trabajo en “Project Life” entrevistaba a hispanos y afroamericanos sobre temas relacionados con la salud. En esa época trabajó con Claudio Mir y Frank Disla en Pollito Chicken, El último son y De Mujeres.

            “Me considero como actriz que entró a la dramaturgia por medio de la actuación. Así surgió De Mujeres, con voces del ama de casa, la joven frívola y la intelectual (mujer creación). Se presentó en Connecticut, New Jersey y Filadelfia, y posteriormente en la RD”. Zaida representó los tres papeles. 

Nos cuenta que de 1994 a 1998 vivió en Altos de Chavón con su esposo escultor, donde impartió clase de teatro. En el 1998 se trasladó a Ojo de Agua, Salcedo y trabajó en la Universidad Nordestana.  En el 1999 reside en la Capital dominicana, ya separada de su esposo, dirigió el semanario “Ventana” del Listín Diario, por tres años.  Desde el 2002 laboró para la empresa Omnimedia, especialmente para “Diario Libre”, y en un principio, en el noticiario “Cultura”, de la misma empresa. Este año trabaja en el Centro cultural E. LeónJiménez.

            Ay, Fefa recrea la nostalgia del inmigrante que quiere volver, ilusión del regreso, pero advierte que no pertenece ni aquí ni allá. Está dirigida a un público en inglés, pero la madre siempre habla español, es la Madre Tierra, el personaje poético de la obra. Al final del montaje se destaca el percusionista que representa el Caribe, nuestra herencia negra.

            Zaida recuerda que llegó a la dramaturgia como actriz primero.” Si quería montar una obra, debía fotocopiarla y a veces no aparecían las que yo quería; entonces entendí que podia escribir mis propias obras.  Me gustaría escribir más obras, pero el periodismo me toma mucho tiempo”.

            Ay, Fefa, where is the wind? (Ay, Fefa, dónde está el viento) cuenta con cinco personajes, tres escenas, un acto. Obra bilingüe, recrea la llegada a RD de una emigrante, la nostalgia de la misma por su madre, el impedimento de no poder verla antes de morir por no tener residencia legal en los EEUU, su vida de obrera en fábricas de mamilas o bobos infantiles; el sueño truncado de ser cantante, con recursos como la maleta, la casa de muñeca y las voces grabadas.

            “El aeropuerto está lleno de militares con armas largas y yo como que estoy un poco desubicada”. Recuerda el 65, a su salida del país. “Esto es incredible. Toda mi vida esperé este regreso. En las noches me paraba frente a mi ventana buscando alguna señal, una estrella… Pero no era fácil encontrar estrellas en la gran ciudad… Y tuve que esperar hasta ahora, después de 29 años para volver con (el dinero de) mi casa y mi retiro”. Es un texto poético, donde se destaca la metáfora del viento. “Creo que mis brazos no pudieron hallar el viento apropriado”. “Siempre esperé a que pasara algo grande en mi vida y siempre pensé que esto ocurriría en Nueva York, pero el tiempo pasó y tú te quedas con el mismo trabajo en la factoría…”

Al terminar la entrevista, Zaida y yo corremos bajo un fuerte aguacero, sin sombrillas, a fotocopiar sus obras, para analizar sus textos, y nos reímos como dos chiquillas, Ella debía volver al periódico y yo a la cafetería El Conde, pues me esperaba otra destacada actriz, dramaturga y directora de teatro.

Elizabeth Ovalle es oriunda de San Francisco de Macorís, estudió arte dramático en la Escuela de Bellas Artes. Profesora de educación artística en liceos y colegios privados. Perteneció al teatro oficial de Bellas Artes, en el 1983 actuó en “La cocina”, con Franklin Domínguez; luego con Reinaldo Disla y Basilio Nova, quien dirigió la obra de Elizabeth Alerta Roja. De 1989 al 93 vivió en NY, trabajó en factorías y supermercados. A su regreso escribió “Por hora y a piece work”, la cual obtuvo el Primer Premio en un concurso de Casa de Teatro. Se montó en el 94, Elizabeth la dirigió y actuó. Ha dirigido cuatro de sus obras. Otra de ellas es La reina del Technicolor, María Montez.

Escribe teatro infantil, entre ellas están El bosque encantado y El reino de las bellas. Ha escrito 13 obras para adultos. Se halla enfrascada en la más reciente, para su presentación en el Festival Internacional de Teatro. Se trata de tres monólogos sobre mujeres con SIDA, una prostituta, una mujer campesina y una promiscua, cansada de ser ama de casa. “A cualquiera le puede tocar este grave mal. El 2% de la población tiene esta enfermedad”. Elizabeth trabaja con mujeres afectadas o no para que se eduquen y tomen medidas preventivas.

La dramaturgia de Elizabeth está salpicada tanto de vivencias campesinas, neoyorquinas, como urbanas, dado su contacto con gente del campo a través de parientes que visitan a su madre, por su experiencia laboral en NY y su experiencia en la urbe capitalina, en SD. Fundó la compañía de teatro “La Promoción” en el 1984. Prefiere obras sin cambio de escenarios, de un solo acto, con muy pocos personajes. Es una de nuestras dramaturgas más prolíficas. Dice que antes de escribir la obra, concibe la idea total en la mente, con un principio y un final, aunque no muy detallada y escribe sus obras en un periodo de tres días o una semana. En el 2001 fue nominada con el Casandra como mejor actriz del año, con “Alerta Roja”.

En su texto de mujeres con SIDA, la campesina comenta: Oigan, señore, la fe e' una cosa grande, porque la verdad e que Dio me ha dao resignación y valoi pa sopoitai eta enfermedad. Me siento fueite (se toca la barriga) y ete que ta aquí, con Dio delante va a nacei fueite y sano.

Secretaria: No estoy tan enferma, sólo se me aflojan las piernas de vez en cuando. Es duro, pero será más duro si insisto en estar deprimida y triste. Después de todo soy dichosa de tener una hija sana.

Prostituta: Ahora estoy enferma de otra cosa. Ay, amiga, no me puse el condón. (Ríe como loca.)  Tampoco ahora me lo pongo. ¡Ay, amiga, estoy enferma!... Necesito comer y llevarle leche a ese carajito, que aunque joda tanto es mi hijo. Necesito vivir… es lo único que sé hacer…

Propuestas

-Realizar Festivales del Nuevo Teatro (de los ochentas hacia delante) con obras de  dramaturgos y dramaturgas dominicanas, especialmente en el mes de marzo, Mes de la Mujer y cuando se celebra el Día Internacional del Teatro (23 de marzo), tanto en la RD como en NY y otras comunidades dominicanas.

-Obtener patrocinio para que esos festivales lleguen a  otros estados y países (España y Latinoamérica).

-Reunir los textos más representativos y publicar obras individuales o antologías, que puedan ser enviadas a los consulados dominicanos en todo el mundo, para su difusión.

-Incluir prologuistas de los diferentes campos humanísticos, psicólogos, sociólogos, historiadores, filósofos y críticos teatrales.

-Promover talleres de dramaturgia y lectura de textos dramáticos que promuevan nuestros valores y una estética enaltecedora.

-Incentivar la creación de concursos de teatro con temas relacionados con nuestra idiosincrasia y la problemática de la inmigración, para crear un banco de obras y que se implemente el montaje de las mismas.

-Como dice Maitreyi Villamán, “Ha llegado el momento de afirmación de nuestro teatro en New  York, con un ¡yo soy, por lo tanto existo! Que resuene a los cuatro vientos, fundado en el esfuerzo de  los teatristas dominicanos, quienes desafiando la escasez de apoyo económico, altos costos de producción, carencia de salas y la negativa del coro detractor, crean un brillante presente para el Teatro Dominicano”.

Bibliografía

Antología Literaria Dominicana, Volumen III. Teatro. INTEC, Santo Domingo, 1981

Báez, Josefina. Dominicanish. NY 2002

Collado y García-Romero, Miguel y Rafael. Ensayos Críticos sobre escritoras dominicanas del siglo XX. Ediciones Cedibil, RD 2002

Coronado, Carmen Dinorah. Alma de Niños (11 obras de teatro y poesía infantiles) Editora Contemporánea, SD, 1996

Gautreaux-Piñeyro, Bonaparte. Convergencias y divergencias del teatro dominicano en Nueva York. Sección Cultura,  periódico El Nacional, 23 de agosto de 1998

Mariñez, Sophie. Dominicanish, la translocación de los símbolos. Internet

Ortea, Virginia Elena. Obras. “Las féministas”. Colección Ventana. Santo Domingo, 1997

Ovalle, Elizabeth. “Por hora y a piece work”, Premio Casa de Teatro, RD, 1993

Vicioso, Sherezada (Chiqui). Whish-ky Sour y Salomé U. (La primera obtuvo el Premio Nacional de Teatro “Cristóbal de Llerena en 1997). Editora Búho, Santo Domingo, 2001

Villamán, Maitreyi. Estudio preliminar sobre el teatro dominicano en la ciudad de Nueva York.  Instituto de Estudios Dominicanos, City College, NY 2000

Obras inéditas

Lucía Taveras: (actriz, dramaturga, directora de teatro) Tierra y Venganza,  Cosas de familia y Pancha y Chencho, sobre latifundio,  homosexualidad y problemas cotidianos de una pareja, respectivamente. Todas ambientadas en la RD; Antesala de la muerte se desarrolla en los EEUU.

Teonilda Madera: (poeta y dramaturga) Temor  rojizo (escenificada)

Chiqui Vicioso (poeta, dramaturga, socióloga y embajadora ) Desvelos, Nueva York Isla, Perrerías (escenificada)

Zaida Corniel  (actriz, periodista, dramaturga): De mujeres y Ay Fefa, where is the wind? (escenificadas)

Elizabeth Ovalle (actriz, directora de teatro, dramaturga, dirige la compañía de teatro  “La promoción” desde 1984, 3 obras  infantiles y 13 para adultos) Vivencias campesinas, Por hora, Diferencias de dos hermanas, Alerta roja, La reina del Technicolor (María Montez),  Monólogos sobre el SIDA, .entre otras.

Lisandra Ramos (actriz, directora y dramaturga) Las mariposas (escenificada en inglés)

Carlota Carretero: (actriz, dramaturga, productora) El último asalto en Ciudad Trujillo, Falsos profetas, La tierra es de nosotros, recoge la vida de Mamá Tingó. Carlota dirige el teatro “Cocuyo”.

Maitreyi Villamán (actriz, dramaturga, crítica teatral, productora, coordinadora del Centro Creativo Experimental “Inarú; escribe teatro infantil y para adultos).  Infantiles (Nariz con curita, ¿Cómo aprendo a leer?, Estampas de la raza, Roberto Cofresí, La Perla, Un experimento científico, Semillas, Dos criadas, Las esclavitas en San Juan, Aquí se habla español, El sueño de Irenita, Saludo al Sol. Para adultos: Sólo para mujeres,  Los misterios gozosos y Fantasía de  una chica en Technicolor.

Carmen Dinorah Coronado:  poeta, narradora galardonada con novela “Entre dos mundos” y cuentos “San Alejo” y “Blanco y negro”; ensayista, dramaturga, actriz, productora; escribe teatro infantil y para adultos; estudió actuación y dramaturgia con los grupos de teatro “Gayumba” en  RD y “Tocando puertas” “SEA” y Danisarte, en NY. Ha dirigido teatro infantil y es coordinadora del grupo  “Palmeritas”, desde 1985. Colaboradora de  los programas infantiles dominicanos “Tobogán” y “Los niños pueden” en TV. Obras de teatro inéditas: Dormilandia (infantil), Inmigrante de Tiempo Parcial, Agarren esa perra, Un día para el amor, Abuelas de boda,  Viernes social, Al filo de la vida, Aventuras de un solterón, Sin borrador ni tiza,  En el banco del inconsciente, Salón Bella Vista, Búsqueda de un sueño.  Piedra Preciosa, Secretos de mujeres, ,Gabriela Mistral: Retazos de mi vida, Las gemelas de Bonanza (estas cuatro han sido escenificadas, la última fue nominada en los Premios ACE 2003); también escribe monólogos sobre mujeres (La psicóloga, Desde las entrañas del cielo sobre una astronauta; también prepara un monólogo sobre Maya Angelou, poeta estadounidense. La obra “Búsqueda de un sueño” o experiencia de una inmigrante indocumentada, se estrenará en noviembre de este año, auspiciada por Danisarte, con los actores Olga Fernández, Oscar, Oscar Morillo y Gustavo Peña, bajo la dirección de Luis Felipe Rodríguez, todos dominicanos y vasta experiencia en teatro y cine.

República Dominicana - New York -2003-2004

Ediciones del Cielonaranja webmaster@cielonaranja.com