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CATÁSFROFES QUE NO LO SON.

Dra. Amparo Chantada

  achantada@hotmail.com

Somos desiguales frente a la naturaleza. No hay mas dudas. Un terremoto en Irán, diciembre 2003,  – magnitud 6,8 en la escala de Richter  - deja 40.000 muertos, uno en Japón, pocos meses antes, en septiembre -  una magnitud de 8 – había dejado cientos de heridos y ni un solo muerto.

El 21 de mayo del 2002, un terremoto, magnitud 6,2 sacude Argelia  y provoca la muerte de mas de 3.000 muertos, días después, 26 de mayo,  de nuevo un terremoto en Japón, magnitud 7 en el noreste, …..ninguna victima, 54 heridos. Los huracanes Mitch y Michelle dejan miles de muertos en Centroamérica y  en Cuba provocan 12 victimas.  ¿Porque?

En un informe del PNUD titulado  “Reduciendo el riesgo de los desastres” se reconocía que el impacto de un terremoto, de un ciclón o de una inundación no es el mismo según los países, depende de las políticas de prevención aplicadas por las autoridades. Cada año,  las catástrofes afectan a 211 millones de personas, dos tercios de esa cifra en países del Sur, donde la pobreza condiciona la alta vulnerabilidad. El informe señala, además que aunque solo 11 % de las personas expuestas al riesgo de alguna catástrofe natural viven en países pobres, el 53 % de las victimas causadas por tales catástrofes residen en esos países.”

Los desastres de América Latina como  el terremoto de México en Septiembre de 1985, el lodo del Volcán Nevado del Ruiz en Armero, Colombia en Noviembre de 1985, los huracanes Mitch (1998) Michelle (2001) Isidoro y Lili (2002) han provocado miles de muertos y han puesto de manifiesto que no son “naturales”  las muertes que se contaron. Las desigualdades sociales, la pobreza y sus implicaciones son las causas de la vulnerabilidad de esas poblaciones para las cuales los gobiernos no toman las medidas de mitigación y de prevención necesarias.

Esas victimas han puesto de manifiesto el grado de vulnerabilidad de un sistema social donde el fenómeno en si mismo no determina necesariamente su resultado. Si bien es cierto que pueden ocurrir catástrofes como las inundaciones de Europa en el 2003, por haber urbanizado demasiado, las características, consecuencias y capacidad de respuesta de los gobiernos  varían según el país,  la región, la estructura demográfica, socio económica y cultural del medio.

Lo que ocurrió en Jimani demuestra que la dimensión del impacto se encuentra en relación inversa con el nivel de conocimiento geográfico del país y de la sub. Región Enriquillo en particular, con la inexistencia de investigaciones geográficas a escala regional y micro regional, con el bajo nivel de desarrollo económico y de bienestar,  con la inequidad y la poca sustentabilidad de las acciones humanas.

Pero en relación directa se encuentra la dimensión del impacto del desbordamiento del rió Blanco, con  los niveles de pobreza, los malos usos del suelo, la falta de planificación urbano-regional, la falta de descentralización de las investigaciones y políticas sociales, la ausencia de una información científica y rápida de los medios de comunicación, la degradación ambiental y por lo tanto un aumento de la vulnerabilidad físico estructural y socio económica de las regiones, por la  inexistencia de normas de construcción y códigos éticos en el Estado.

La urbanización por los pobres, en terrenos marginados al mercado inmobiliario por sus riesgos (inundaciones, pendientes, deslizamientos, exposición, friabilidad) permitida por la inexistencia de instrumentos de planeamiento urbano o de asesoramiento científico y serio por la Liga Municipal a los pequeños asentamientos humanos así como los errores y la debilidad de la Defensa Civil del país que no tiene políticas de prevención de desastres, son los responsables que cada vez mas, las catástrofes hagan mas muertos en poblaciones indefensas, sorprendidas en sus actividades.

Lo terrible de este caso, es que serán castigadas doblemente. Ahora son las muertes, mañana será por las terribles consecuencias de la degradación ambiental y la perdida de calidad de vida de los habitantes de Jimani.

Nuestro país es lamentablemente muy vulnerable y los más pobres son cada vez mas, las victimas de un sistema social que nos muestra su rostro con esas catástrofes y que nos  evidencia que la sostenibilidad y la calidad de vida son la calidad de la vivencia que de la vida tienen los habitantes.

 Los desastres naturales son impactos ambientales y por lo tanto, la evaluación de riesgos es decir la estimación de la posible ocurrencia de desastres, de origen natural o socio-cultural, debe ser un aspecto a tener en cuenta en  las políticas de prevención de desastres a partir de  evaluaciones  de impacto ambiental que deben permanentemente realizar las autoridades competentes. ¿Quienes son?

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